La baja participación es uno de los temas que preocupa a la política y aparece como un tema determinante de cara a las elecciones provinciales de septiembre. A finales de esta semana lo advirtió la titular de la Suprema Corte, Hilda Kogan, pero la mayoría de los consultores coincide en que será central en este 2025. 

Marina Acosta de Analogías, Facundo Nekamkis de Opina Argentina, y Santiago Giorgietta, de Proyección, se ubican en ese universo de analistas y, en diálogo con Buenos Aires/12, hacen foco sobre las particularidades de las próximas elecciones de la provincia de Buenos Aires, que tendrá dos etapas. 

El 7 de septiembre, la provincia elegirá legisladores provinciales y concejales municipales, y en octubre, se votaran diputados y senadores nacionales con el nuevo sistema de boleta única. 

Giorgietta explica que se vieron ejemplos fuertes de menor concurrencia en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires y en los recientes comicios de Santa Fe, donde observan que “los sectores que no están yendo a votar, son los sectores más bajos”. 

En las últimas elecciones en la provincia de Santa Fe se registró la menor participación de votantes desde el retorno de la democracia en Argentina: solo el 52 por ciento del padrón acudió a las urnas, según datos de la Secretaría Electoral provincial. Un fenómeno que se acentuó en Rosario y en la capital santafesina. 

En las elecciones legislativas de CABA, la participación electoral fue del 53,3 por ciento, muy por debajo del promedio histórico del 77 por ciento que tienen las elecciones generales, donde la participación oscila usualmente entre el 69 y 85 por ciento. 

El director de Opina Argentina, Nejamkis, hace una distinción entre la elección de septiembre y la nacional de octubre para determinar el posible ausentismo. “Me preocupa más la elección de septiembre porque puede haber una caída de la participación importante. No es siquiera una elección de distrito único, sino que es de ocho secciones electorales separadas, con candidatos de poca relevancia en términos de conocimiento popular. No me imagino una elección en la que vote más del 55 por ciento del padrón electoral”, sentenció el consultor.

A la vez, asegura que la de septiembre será una foto difícil de comparar, porque es la primera vez que la provincia de Buenos Aires decide desdoblar una elección. Mirando a octubre, Nejamkis es más optimista sobre los niveles de participación dada la difusión y el impacto que tiene una elección donde se eligen legisladores nacionales.

La incógnita es sobre cual fuerza impactará más la baja participación que podría darse en las elecciones de la provincia, si será sobre el peronismo o si lo hará sobre La Libertad Avanza. Giorgietta señala que se verán afectadas las dos fuerzas políticas. “Hay un sector de la LLA que eligió confiar en el 2023 en Javier Milei y fueron los principales agredidos por las políticas económicas de este gobierno. Entonces, los desencantados de Milei, que se sintieron parte del peronismo en otras épocas, serían parte de los que hoy no están motivados en votar a ningún candidato”, dice y explica que sus estudios registran que los sectores que no están yendo a votar son los más humildes, lo que implicaría que también el peronismo se puede ver perjudicado con el ausentismo de los votantes. 

En la misma línea, Nejamkis asegura que “si la merma es mucha, afectará a las dos fuerzas por igual”, a la vez que detalla que la tendencia a la baja participación se da como consecuencia de dos procesos convergentes. Por un lado, marca un descenso sostenido de la caída de la participación desde la vuelta de la democracia, que ve la causa en que la gente percibe que su voto no es significativo y que no tiene la potencia para cambiar la realidad. Por otro lado, destaca un proceso puntual que tiene que ver con la llegada de  Milei al poder. “Es un emergente de la crisis de representación que surge de una especie de 2001 institucionalizado", afirma y lo ilustra al describir el proceso como "un que se vayan todos, pero a través de los votos, por eso la gente cambió la política tradicional por un panelista de televisión”. 

Explica también que “la crisis no termina con Milei en el poder, porque la razón del distanciamiento sigue presente. Y la reconciliación de la sociedad con la política depende de cómo Milei gobierne”. 

“Si Milei logra hacer una buena gestión y por lo tanto acercar a la gente a la política va a tener una mejora en la calidad de la representación, si Milei no logra eso, la crisis de representación puede profundizarse”, subraya Nejamkis.

Desde Analogías, Acosta señala que hay que diferenciar el tipo de votante que está desmotivado para especificar mejor el análisis. “Hay dos fenotipos, mujeres humildes del conurbano, tendencialmente votantes del peronismo, que están disgustadas por la situación económica de hace años. El otro es un votante de clase media que votó a Milei y hoy se ve afectado por las políticas que está llevando adelante LLA. Gente que creyó en Milei y se desilusionó”, describe.

Acosta ejemplifica el perfil de este último votante: “Podría ser también de clase media baja y pudo verse afectado por la quita de alguna prestación estatal que recibía él o algún familiar. Sería el votante de Milei que se vio impactado de alguna manera por el fenómeno de la motosierra”.

Respecto al ausentismo, Acosta dice que ve números significativos en los votantes que define como “oposición menos representada”. Es decir, el votante más cercano al peronismo o que alguna vez votó al peronismo y que no se referencia con Milei, es el que hoy sobresale en las mediciones al expresar que no va a ir a votar. Sin embargo, la directora de comunicación de Analogías, resalta que “en el caso de Santa Fe la desafección fue horizontal” y perjudicó a las diversas fuerzas políticas de igual manera.

La condena a CFK

Otro factor que parece haber modificado el escenario electoral de la provincia de Buenos Aires, es la condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Los tres consultores coinciden en marcar que fue un impulso para que el peronismo comenzara un camino hacia la unidad. “Fue un aliciente para que el peronismo encuentre puntos de contacto para ir unido”, dice Nejamkis. 

“En el corto plazo la condena sí reconfigura el escenario. En el largo plazo la competencia por el liderazgo va a seguir vigente. No se resuelve. Por el contrario, se revalida, porque al no estar Cristina presente tiene que aparecer una figura que sea portadora de esa herencia y que tenga capacidad de ganar elecciones”, agrega el director de Opina Argentina. 

Para Acosta “el peronismo se puso más expresivo” tras conocerse la condena a Cristina, lo que puede determinar que “el flujo de votos hacia el peronismo venga porque las bases se activaron a raíz de la condena y horizontalmente puede lograr interpelar a más gente en los ámbitos naturales como el barrio o los clubes”

A su vez, señala que si logra consolidar una propuesta de unidad puede obtener una buena performance electoral. “En septiembre son ocho resultados seccionales y hay que ver como juega esa falsa PASO un mes antes de la elección de octubre, pero el peronismo unido puede ganar”, vaticina. 

Nejamkis ve una elección peleada. “Si hay unidad en el peronismo, es competitivo, pero se le va hacer difícil ganarle a una alianza entre LLA y el PRO, además porque se le ha hecho cuesta arriba en las últimas elecciones legislativas. Las chances están en sus fortalezas de siempre. Es un partido fuerte en un distrito donde históricamente es fuerte, pero en un escenario difícil”, remarca.

Las preocupaciones bonaerenses 

Consultados sobre las principales problemáticas que manifiestan los bonaerenses, Giorgietta señala que desde Proyección tienen identificados tres problemas puntuales del hogar. “Más del 50 por ciento de los encuestados nos dice que su principal problema es comprar la comida, después aparece el valor de las tarifas, en un orden similar , y en tercer lugar el endeudamiento que tienen las familias para llegar a fin de mes. Esta última es una novedad.”

En relación a la desocupación el director de Proyección manifiesta que aparece como preocupación en un orden del 25 por ciento de los encuestados, es decir 1 de cada 4 bonaerenses, está preocupado por la posibilidad de perder su trabajo o ya lo perdió.

Nejamkis indica que “los problemas de la gente cambiaron mucho en relación al 2023 porque ya no es la inflación el tema principal, aparece recién en un quinto lugar, muy por debajo de otras preocupaciones”. El consultor divide las problemáticas que manifiestan los bonaerenses en dos ejes principales. El primero tiene que ver con la cuestión político-institucional y la corrupción, y el segundo eje con el desempleo y la precariedad del trabajo. Además, agrega una tercera preocupación que se refleja en los estudios, la seguridad. 

Analogías ve en sus informes que los bonaerenses están principalmente preocupados por los temas económicos donde se resaltan la baja de ingresos y el desempleo, la inflación aparece relegada. “Las preocupaciones que predominan son la baja del poder adquisitivo de los ingresos y el desempleo, en un segundo nivel la seguridad y la corrupción, y en un tercer nivel la educación y la salud”, dice Acosta. 

Giorgietta repara en que “hoy no hay una dirigencia que hable claro de los problemas de la gente, ni de las soluciones a esos problemas”, por lo que plantea que “hay que lograr una unidad discursiva” en esta campaña si se quiere “expulsar a la motosierra de la provincia” e ir con honestidad a hablarle al votante y alejarse de las candidaturas testimoniales como estrategia en este momento.

Desde Opina Argentina, Nejamkis resalta la importancia de las redes sociales como “caja de resonancia” y “alimento del debate” para esta campaña, pero advierte que “una buena estrategia de comunicación no reemplaza a un proyecto, ni a un liderazgo. Hay que tener un proyecto de provincia y de país, y después traducirlo en una campaña para las distintas plataformas. No es al revés”.