En medio de un despliegue faraónico, la policía de la provincia de Córdoba detuvo a Juan Carlos Moreno por resistencia a la autoridad. El hombre cruzó su automóvil en el único paso que tenía la retroexcavadora para sortear el vallado perimetral y acceder a operar sobre el histórico quebracho blanco tricentenario de Villa Allende que la municipalidad pretende remover ya que el ensanchamiento de la avenida Luchesse pasa por allí. Alrededor había una decena de camionetas de la fuerza policial, infantería, escudos antipiquetes, la división canes y caballería. Finalmente, tuvo que llegar el ETER, grupo de élite de la Policía cordobesa para situaciones críticas de alto riesgo, para completar el operativo y detener al hombre de 42 años.

Al igual que la periodista Silvia Majul, detenida días atrás en circunstancias similares, Moreno no pertenece al grupo del acampe. Se acercó, como tantos otros, de forma espontánea a defender el ejemplar de quebracho blanco que es un símbolo de la localidad. “Fue muy maltratado. Le pegaron con palos en el auto, lo amenazaban con romperle los vidrios”, le contó a este diario Rogelio Liendo, un abogado que forma parte del acampe en defensa del árbol y que, dadas las circunstancias, terminó constituyéndose en el representante legal de Moreno, a quien conoció en ese mismo momento.

Al momento de redactarse esta nota Moreno seguía en la Fiscalía de Villa Allende esperando que se dicte su libertad o su traslado a alguna unidad que podría ser el penal de máxima seguridad de Bouwer.

La máquina retroexcavadora, por su parte, esquivó el auto del hombre detenido subiéndose arriba de un terraplén de tierra y trabajó desde allí, algo que según los testigos puso en riesgo la seguridad del operario y del propio Moreno. Está reduciendo el pan de tierra del gigantesco árbol para dejarlo listo para su traslado, que según los especialistas tiene menos de 20% de posibilidades de dejarlo con vida.

“No estamos robando un banco, estamos protegiendo un árbol. En lugar de desistir de esta estupidez, dejar el árbol y correr la traza, eligen seguir. No tienen ni grúa contratada, son irresponsables e improvisados. Así se maneja la municipalidad de Villa Allende”, expresó Joaquín Elgueta, uno de los miembros de la comunidad organizada en defensa del quebracho.

“Queremos que queda claro nuestro mensaje: lo que más queremos es la ruta. Nosotros tenemos autos, camionetas. Pero queremos la ruta con el árbol, con una buena planificación que contemple el medio ambiente”, completó Liendo, en su doble rol de miembro del acampe y ahora abogado del detenido. Para la empresa Caminos de las Sierras, concesionaria de la obra, la modificación de la traza generaría problemas de seguridad vial. Ya notificó al municipio que no sería recomendable aceptar la propuesta de los ingenieros que forman parte del acampe.

Las empresas de grúas en defensa del árbol

Caminos de las Sierras, concesionaria de la obra, adjudicó a la empresa InGlobal SRL para hacer el traslado del ejemplar, pero pasó algo increíble: la empresa se negó a hacer el trabajo y no conforme con eso gestionó un acuerdo con todas las otras empresas de grúas e izajes de la provincia para que adopten la misma postura. “Yo me había ofrecido incluso a hacerlo de forma gratuita, pero después me explicaron que con el traslado el árbol iba a morirn así que desistí de hacerlo”, contó Sebastián del Boca, titular de InGlobal.

La convicción del empresario fue tal que habló con sus colegas para que copiaran su actitud. En Córdoba solo cuatro empresas tienen grúas para el tonelaje del árbol y hay otras cuatro con maquinaria más pequeña. Las ocho empresas acordaron desistir.

Grúas Martín, que se quedó con el trabajo luego de la deserción de InGlobal, al principio aceptó, pero el domingo publicó en sus redes un comunicado confirmando que se plegaba a la propuesta de Del Boca.

“Se creó un antecedente único: ninguna empresa de Córdoba accedió a cometer un crimen ambiental. El árbol iba a morir”, arremetió el empresario.

Este grupo de empresas compiten entre sí en compulsas por obra pública, pero esta vez dejaron de lado cualquier rispidez y adoptaron una actitud que sorprendió a todos los actores del conflicto. Extraoficialmente se menciona la posibilidad de que llegue una grúa desde la provincia de Santa Fe, pero los empresarios locales dicen que actuarán: “Ahora están buscando grúas de otras provincias, pero a cualquier empresa que no sea de Córdoba y que quiera dañar nuestro patrimonio cultural la vamos a exponer en medios y redes”.