El Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec) publica este lunes 14 de julio el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de junio. Las principales consultoras coinciden en que el dato del sexto mes del año vendrá con una pequeña suba de la inflación general con respecto al mes pasado: calculan que el guarismo estaría en torno al 2%.

El último dato disponible a nivel nacional es el de mayo, cuando el IPC fue de 1,5% y registró el número más bajo desde abril de 2020. La variación interanual fue del 43,% y hasta el momento el total acumulado en lo que va de 2025 es del 13,3%. En tanto, el dato de la Ciudad de Buenos Aires durante junio fue del 2,1%.

La inflación en el Gobierno de Javier Milei

La inflación acumulada desde diciembre de 2023 hasta mayo de 2025 —último dato disponible— es del 209,39%. Después del pico del 25,47% de diciembre de 2023, correspondiente casi en su totalidad a la megadevaluación que realizó el Gobierno apenas asumió, se produjo una desaceleración inflacionaria que incluso llegó a romper el piso del 2%. En ese mismo período, con la única diferencia de que ya se publicó el dato de junio, el IPC que mide la Ciudad de Buenos Aires fue del 232,39%. 

La diferencia es el peso de los servicios, que a nivel nacional tienen muy poco peso con respecto a la comida, mientras que la Ciudad de Buenos Aires les da una mayor ponderación. Y es que tanto a nivel Ciudad como nacional, los servicios como gas, luz, agua y telecomunicaciones forman parte de las categorías que aumentaron exponencialmente por encima del promedio. Por su parte, Alimentos y Bebidas lo hizo muy por debajo, producto de la caída de la actividad económica y de la estabilidad cambiaria sostenida con endeudamiento externo.

Salarios congelados y caída del consumo

Más allá de las cuestiones metodológicas que ponen de manifiesto una desaceleración al menos exagerada en el dato de inflación —que el propio Indec admite que necesita una revisión—, la tendencia a la baja con respecto a la segunda mitad de 2023 y mediados de 2024 es incuestionable. Pero el costo es enorme: al brutal endeudamiento externo para mantener a raya la inflación, se suma el congelamiento salarial que impone la Secretaría de Trabajo al prácticamente no homologar paritarias.

Al mismo tiempo, el desempleo aumentó del 5,7% de diciembre de 2023 al 7,9% en el primer trimestre de este año, lo que representa un incremento del 38% en la cantidad de personas sin trabajo. Según un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde la asunción del actual gobierno se perdieron más de 115 mil puestos de trabajo en el sector privado registrado. Al mismo tiempo, el Gobierno despidió a 50 mil empleados públicos en ese lapso. 

Ni siquiera el aumento en la cantidad monotributistas, con casi 75 mil nuevos inscriptos, pudo evitar el incremento del desempleo. Si bien el Indec contabiliza a los monotributistas como empleados, estos no gozan de derechos básicos como vacaciones pagas y aguinaldo y sufren en mayor proporción la inestabilidad. 

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