Jefes de Estado 5 puntos
Heads of State, Estados Unidos, 2025
Dirección: Ilya Naishuller
Guion: Josh Appelbaum, André Namec, Harrison Query
Duración: 116 minutos
Intérpretes: Idris Elba, John Cena, Priyanka Chopra Jonas, Paddy Considine, Carla Gugino, Stephen Root, Jack Quaid, Sarah Niles.
Disponible en la plataforma Prime Video.
¿Hay alguien que todavía piense que el cine de entretenimiento y la política son como paralelas euclidianas incapaces de tocarse? ¿Conjuntos cerrados que nunca se intersecan, agua y aceite? El que levante la mano y se haga cargo, mejor que vaya silbando bajito a ver Jefes de Estado. Se trata de una comedia de acción protagonizada por el presidente de los Estados Unidos (John Cena) y el primer Ministro británico (Idris Elba). Serán ellos quienes, tras salvarse de un atentado organizado por un traficante de armas ruso, deberán convertirse en héroes de acción para impedir que la crisis desatada desintegre a la OTAN. La sinopsis es bastante elocuente per se, pero los argumentos siguen.
Porque Jefes de Estado no solo se posiciona políticamente en el plano internacional, donde establece con claridad el límite entre buenos y malos, sino que también lo hace en el ámbito de la política doméstica estadounidense. En ese terreno se planta como una sátira anti Donald Trump, criticando la política rupturista que el actual presidente lleva adelante, comprometiendo incluso él vínculo con los aliados históricos de su país, a partir de sus amenazas constantes de retirar a los Estados Unidos de acuerdos, organismos y bloques internacionales, en particular la citada OTAN. En ese punto, la película no es para nada ambigua a la hora de señalar al enemigo interno, que no conviene develar acá, aunque algunos de los pocos buenos chistes del guión tienen que ver con esa figura.
Pero Jefes de Estado no es mediocre por expresar de forma desembozada y poco sutil una posición política. De hecho, hay películas que proponen fábulas ideológicas mucho más descaradas y sin embargo son muy entretenidas y ricas desde lo cinematográfico. La demonizada Rocky IV, para no ir muy lejos y mencionar una “que sepamos todos”. No: Jefes de Estado es una película mediocre porque justamente fracasa con estrépito en su principal objetivo cinematográfico. Porque para que una comedia de acción funcione, ambos términos de la ecuación deben balancearse hasta conseguir un equilibrio que en este caso no encuentra.
Es cierto que todo lo que tiene que ver con la acción, las escenas en donde lo dinámico es el elemento central, está realizado con un nivel de eficacia aceptable. En ese terreno, el director de origen ruso Ilya Naishuller revalida los méritos mostrados en algunos de sus trabajos previos, como Hardcore Henry (2015) y sobre todo Nadie (2021), confirmando su capacidad para lo coreográfico y una mirada eficaz a la hora de intervenir con su cámara dentro de esos dispositivos de movimiento. Por el contrario, Jefes de Estado muestra su punto más vulnerable en el manejo del humor, con situaciones resueltas con el manual de la comedia más básica en la mano y sin hacerle demasiado lugar a la sorpresa.