Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tomasso y Julieta Makintach discutieron sin parar por la presidencia del Tribunal en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. Así lo declaró la encargada del sistema de grabación en el debate, quien dio a conocer detalles del escándalo. Todo esto se afirma en la testimonial de Mariana Parbst, que es parte del Cuerpo de Secretarios subrogantes para el departamento judicial de San Isidro y quien estuvo a cargo en el juicio del sistema de grabación CICERO.

La mujer recordó que en marzo de 2024 fue asignada al Tribunal N°3 de San Isidro y, días antes del inicio del juicio por Maradona, se anotició de que estaba a cargo del sistema CICERO, que fue incorporado para dejar constancias de todo lo que sucediera. La información que más resaltó en su testimonio fueron las discusiones entre los jueces, que eran continuas y constantes, sobre el cambio en la presidencia del tribunal

En este sentido, destacó que la magistrada era insistente y que, en reiteradas oportunidades, manifestó su necesidad de ser la presidenta y dirigir el juicio: “El juez Savarino me dijo que ella le refirió que, si no le daba la dirección del debate a ella, iba a llevar el tema a la Suprema Corte por medio de una presentación”.

“Sé que hubo varias discusiones entre ellos, por distintas razones, si bien no las presencié, pero pasaba entre receso y receso, que se escuchaban gritos, que discutían. Desconozco las cuestiones puntuales”, destacó. A su vez, sumó que, según le dijeron Savarino y Di Tomasso, la magistrada suspendida “quería hacer un sorteo nuevo para establecer quien iba a tener el primer voto del veredicto y sentencia”.

“Sí puedo asegurar que me dijeron que nunca le iban a dar la presidencia del tribunal”, remarcó. En su declaración, enviada por el abogado querellante Rodolfo Baqué, Parbst también fue consultada sobre la polémica por el documental protagonizado por Makintach y que provocó la nulidad del juicio. Destacó que nunca supieron que dentro de la sala se estaba grabando. “El primer día del juicio vi varias cámaras que fueron autorizadas por la oficina de prensa de la Corte. Las mismas ingresaron en dos tandas a captar imágenes de las partes, pero después no se permitió la permanencia de ningún camarógrafo ni la realización de ninguna filmación”, destacó.

Cuando se dio a conocer el escándalo, la mujer señaló que se presentaron las filmaciones del CICERO y allí se muestra que “desde dicho punto era difícil poder visualizar algo”, respecto a la posible visualización de una persona que filmaba sin autorización.