Dos escaladores treparon la Torre Eiffel de París y se tiraron por un paracaídas desde la cima durante la madrugada de este jueves. Ambos terminaron detenidos por la policía local.
Con 330 metros de altura, la "Dama de Hierro", construida para la Exposición Universal de 1889, es uno de los monumentos más visitados del mundo gracias a sus vistas sobre la Ciudad de la Luz.
Sin embargo, pese a las medidas de seguridad, el emblema ideado por el ingeniero Gustave Eiffel registra violaciones a las normas por parte de personas que intentan realizar saltos con paracaídas desde su cima.
Los dos paracaidistas se subieron a la Torre cerca de las 4.30 de París, y tras ser alertados sobre las consecuencias por unos bomberos, se arrojaron de la punta del ícono parisino cerca de las 6.
Ya en tierra, ambos fueron detenidos: uno cerca del puente de Iéna y el otro en el Campo de Marte, situado frente a la Torre Eiffel. La policía detuvo a un tercer hombre en los alrededores.
En 2023, un "saltador experimentado" también fue detenido tras trepar el monumento de madrugada por el pilar Este y realizar un salto BASE.
Nado con vista a la torre Eiffel
El último sábado, los parisinos pudieron hacer realidad uno de sus sueños con la recuperación de las aguas del Sena para el baño, en un día histórico para la ciudad, tras 102 años de prohibición.
Cientos de personas, tanto residentes como turistas, aprovecharon este permiso en el centro histórico frente a la isla de San Luis y en el muelle de Grenelle y en Bercy. Un nuevo placer vetado a los parisinos desde 1923.
"Ha estado genial, muy bien, perfecto", describía a EFE Sébastien, un parisino de nacimiento que no dejaba de buscar palabras para describir sus sensaciones al salir del río.
El agua, a 25-27 grados gracias a la ola de calor que afecta a Francia esta semana, ayudó a que los bañistas disfrutaran aún más de esa jornada especial.
"Hace falta que todo el mundo lo disfrute, está pensado para que todos podamos recuperar este escenario: Esto ya existía antes y está bien recuperarlo", explicaba Sébastien.
Otra habitante de la ciudad, Véronique, se sumaba a lo fantástico de la experiencia: "Quería estar entre las primeras. Y además, hace calor y es muy agradable bañarse en agua dulce (...). Y además está a buena temperatura", señalaba a EFE.