Desde hace un tiempo me acecha una idea que, a veces, es una imagen vertiginosamente editada: un día, todas las personas de todas las ciudades del mundo abren sus canillas y no sale nada. No hay más agua. Se terminó.
Podría seguir tirando del hilo de ese disparador que seguramente daría paso a un género quién sabe ahora si distópico o realista. Hace unos años, se decía que la tercera guerra mundia