La Cámara de Casación ratificó que Cristina Fernández de Kirchner puede cumplir la pena de prisión en su domicilio de San José 1111, pero en voto dividido, los magistrados sostuvieron las decisiones del Tribunal Oral número 2 de que tiene que pedir autorización para las visitas que no están en un listado básico y que debe seguir usando tobillera electrónica. El texto más llamativo es el de Gustavo Hornos, agresivo, y casi lamentándose de que el fiscal ante la Casación, Mario Villar, haya desistido del pedido de los fiscales de juicio Diego Luciani y Sergio Mola, que reclamabno hay normativa alguna que le de facultad a los jueces para autorizar o no visitas y que la tobillera es innecesaria porque Cristina es una figura pública