Luciana Muñoz --una joven de 21 años-- desapareció hace un año en Neuquén cuando, después de ir a ver a su abuela, se dirigió a visitar a un amigo. Pese la investigación provincial, la causa no avanza. Por eso, la recompensa por datos que la hagan avanzar ascendió a 100 millones de pesos.
El fiscal de la provincia de Neuquén Andrés Azar encabeza la investigación. Desde el comienzo contempló la hipótesis de que Muñoz haya sido víctima de trata de personas, aunque mantiene abiertas todas las líneas de investigación. Para la familia, este es un caso de trata. La declaración de un remisero sumó a esta hipótesis, afirmanando que la vio en un contexto relacionado al consumo de sustancias. De todas formas, este dato no pudo ser comprobada todavía.
El 13 de julio de 2024 una cámara de seguridad registró a la joven caminando sola poco después de abandonar la casa de su abuela, Mirta Muñoz, durante la madrugada. La joven estaba visiblemente confundida, por las calles 8 de Diciembre y 1 de Enero: estas imágenes que la mostraban vistiendo una camisa negra, jeans claros y zapatillas negras son el último registro visual de su paradero.
La búsqueda
Su mamá, Lila Aguerre, formalizó la denuncia por desaparición ante las autoridades tres días después, después de buscarla por sus propios medios. Desde entonces, se realizaron operativos de búsqueda que constaron de rastrillajes de más de mil hectáreas con patrullas, caballos y a pie. Poniendo especial atención en lugares claves --como el Parque Industrial y Choconcito-- se hicieron sobrevuelos de 120 kilómetros con helicópteros.
Además, se patrullaron unos 45 kilómetros de los ríos Limay y Neuquén con embarcaciones y buzos tácticos. Se emplearon drones y canes especializados provenientes de otras provincias. Se revisaron más de 800 horas de material fílmico de cámaras públicas y privadas.
También se analizaron restos biológicos hallados en una vivienda y un vehículo --que resultaron negativos--, se excavó en diversos puntos de la zona y se consultaron los resgistros migratorios. La causa cuenta con el apoyo del Sistema Federal de Búsqueda, que sumó recursos técnicos, personal especializado y perros entrenados en detección de restos humanos.
El único imputado en la causa es Maximiliano Avilez, la expareja de la joven desaparecida, que fue acusado de falso testimonio. Según la Fiscalía, mintió sobre la fecha del último contacto que tuvo con ella y también falseó la geolocalización del día en la que la joven desapareció. La Justicia le otorgó prisión domiciliaria con tobillera electrónica y custodia porque consideró que no había pruebas suficientes para una prisión preventiva.
Durante el primer momento de la búsqueda, el gobierno provincial ofreció una recompensa que fue aumentando paulatinamente: de un millón de pesos a los actuales cien millones. Sin embargo, luego de los primeros meses la familia denunció públicamente el desinterés de las autoridades y la pérdida del impulso inicial.
"Falta Luciana"
En el último año se realizaron diversas acciones de visibilización para exigir la aparición con vida de Muñoz. Todos los meses, el día 13 la madre encabeza una movilización. Este domingo fue la última en la ciudad de Neuquén, donde participaron la familia, los amigos, los vecinos y organizaciones feministas. Se colocaron carteles con la cara de la joven y que preguntaban por su paradero. Entre ellos, destacaba una cartulina que gritaba "No estamos todas. Falta Luciana".
"Hace un año, ni jueces ni fiscales ni la recompensa del gobierno alcanzan para que aparezca Luciana, para saber la verdad: quién se la llevó y por qué", afirmó la organización antipatriarcal y anticapitalista Mujeres por la Libertad (Neuquén). "No quería irse de su casa ni quería irse con el novio, Luciana proyectaba un futuro, como cualquier joven de 20 años", agregó y la describió como "una piba de barrio, del oeste neuquino, con virtudes, con defectos, como cualquiera. Vivía con su mamá, abuela materna y su hermanita menor, estudiaba en la (escuela) nocturna porque como muchas pibas del oeste seguía creyendo en la educación para proyectar un futuro". Las referencias al "oeste" tienen que ver con que en esa dirección de la capital provincial se localizan los barrios más pobres.
En esta ocasión, la madre solicitó el respaldo del gobernador Rolando Figueroa --perteneciente al Movimiento Popular Neuquino-- y de toda la comunidad. Convocaron en la esquina de Rodhe y 1 de Enero, desde donde suponen que la joven fue capturada, a cuatro cuadras de donde fue vista por las cámaras de seguridad.
El viernes Aguerre convocó a una conferencia de prensa frente a la Casa de Gobierno provincial. "No vamos a bajar los brazos, esto se tiene que esclarecer. La Justicia tiene que hablar, ya basta de silencio, ya basta de impunidad. El Gobierno tiene que salir también y respaldarnos a nosotros como familia porque es una ciudadana de Neuquén capital a la que tienen que buscar", apuntó.
Al cumplirse un año de la desaparición, la abuela dialogó con una radio local y afirmó: "Quiero creer que está con vida y no voy a dejar de creer eso... No voy a decir nunca que mi nieta está muerta. En algún momento la voy a encontrar". Además, apuntó contra "personas vinculadas al narcotráfico" que no quieren dar información. La semana pasada la abuela se reunió con Marta Pelloni, la monja que acompañó el caso de María Soledad Morales y que es parte de la red Infancia Robada, para nacionalizar el caso.
Informe: Natalia Rótolo.