El exsecretario de Comercio, Roberto Feletti, analizó por la 750 qué hay detrás del dato de inflación –que dio un 1,6 por ciento para junio según el Indec– y aseguró que en este escenario, pese a la desaceleración de la suba de precios, el consumo sigue mostrando signos alarmantes, ahora, con un fuerte impacto en el desempleo.

Feletti explicó el panorama económico en tres partes. En primer lugar, habló sobre el atraso cambiario y el desequilibrio que tiene el Gobierno respecto a sus reservas, con un flujo mayor de dólares que salen del país frente a los que ingresan.

“Lo que se está viviendo es un escenario donde el Gobierno, producto de su propia política de apertura y valorización financiera desmedida, entra en un proceso en el cual los dólares que se están yendo cotidianamente son más de lo que están ingresando. Y eso provoca tensiones cambiarias”, dijo.

Y añadió, haciendo eje en un mensaje que esta misma semana compartió la exvicepresidenta Cristina Kirchner: “Eso provoca una tensión en la cuenta corriente. Y estás en un desequilibrio que el Gobierno no tiene cómo financiar”.

Ante esto, criticó el enfoque del presidente Milei: “Milei pensó que era Menem en algún momento y dijo que lo iba a financiar con el ingreso de capitales. Léase RIGI. Y esta es la pelea de fondo con los gobernadores, porque les prometió inversiones que no llegan”.

El exfuncionario advirtió también sobre los efectos de estas políticas económicas: “Siempre estos gobiernos imaginan que puedan hacer una apertura importadora, dejar que se vayan miles de millones de dólares, dejar que se desarme el aparato productivo, y que no pase nada. Bueno, pero pasa”.

En cuanto al índice de inflación difundido por el INDEC, explicó: “El otro punto es la inflación. Si uno desagrega el índice y revisa precios, en consumos esenciales ese índice es distinto, con otros impactos”.

Y remarcó el efecto sobre el empleo: “El tercer punto de esta política de desarme es que empieza a golpear en el empleo. Vos podes tener una inflación muy baja –en el último tiempo de la convertibilidad había deflación– pero los ingresos caen por el desempleo”.

Sostuvo que la baja en la inflación no implica necesariamente una mejora para la población: “Porque sin duda podes tener una inflación más baja, pero el remedio que aplicó –una caída en la política de ingresos– te va llevando a que aunque tengas poca inflación no podes comprar”.

Y argumentó que los impactos también se ven en el mundo del trabajo informal: “Esto porque un golpe en la economía formal, provoca uno aún mayor en la informal. Todos los servicios esenciales que orbitan en un trabajador formal desaparece y empieza a caer todo el entramado de servicios”.

Feletti fue tajante en su diagnóstico: “Estamos en una situación compleja, porque aún cuando la inflación sea baja, la caída de actividad y de empleo te impiden comprar”.