Las provincias de Salta y Jujuy tienen un 70% de pequeños productores rurales. “La comida que en general comemos viene de los pequeños productores. Cuando uno compra un tomate, una naranja, una banana de esta región, es producida por pequeños productores”, destacó ayer Matías García Rodríguez, director de la Estación Experimental de Yuto, en la jornada de visibilización del Instituo Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizada en la Plaza Belgrano de San Salvador de Jujuy. 

Por esta incidencia de la pequeña producción en los comestibles habituales "el consumidor también será afectado" por las consecuencias del decreto nacional que quita la autarquía del INTA desfinanciando más de 350 oficinas distribuidas en todo el país entendiendo las regiones y a sus productores. "En vez de comprar naranjas de nuestra zona, comprará las que vengan de Entre Ríos o importadas de Paraguay o de Bolivia”, señaló García Rodríguez. 

El directivo señaló que si bien la productividad de la Puna puede no ser significativa a nivel nacional, para la zona "es fundamental, no solamente por una cuestión de soberanía, sino de producción de alimentos para los propios pueblos, para la propia provincia, y de arraigo en cada uno de los pueblos”.

El decreto del Gobierno nacional también elimina los cargos directivos nacionales por concurso cada cuatro años, que ahora quedan a decisión del presidente del INTA, situación que preocupa ya que afectaría la estructura territorial en cada región.


Las distintas unidades de INTA en Jujuy, las unidades de la Experimental de cultivos tropicales de Yuto, el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF), la Estación Experimental de Abra Pampa y las agencias de extensión expusieron ayer en la céntrica Plaza Belgrano el trabajo que desarrollan en las diferentes regiones de la provincia y el vínculo forjado con las comunidades. De la jornada de visibilización también participaron APINTA, ATE, gremios que representan a trabajadores del INTA.

Hasta la publicación del decreto 462 del gobierno nacional, el INTA tenía un Consejo Directivo Nacional que estaba integrado por el Estado Nacional, las universidades y el sector privado de los productores. A partir del decreto, no existe más. Una sola persona en Buenos Aires va a tomar las decisiones, que pueden afectar a todas las regiones.

“Es un ciclo no virtuoso de pérdida de producción, de trabajo, de ingresos para la provincia, de aumento del precio de los alimentos para el vecino, que por ahí no es productor", dijo García Rodríguez. "Entendemos que sería un camino equivocado. Porque perder un productor, un investigador, un trabajador que tiene 15, 20 años con maestría, trabajando, pensando para el territorio en lo social, lo económico, lo ambiental, tardaremos 15, 20 años en recuperarlo. Invertimos 15, 20 años de sueldo, de infraestructura, de capacitación en formarlo, vamos a perder mucho de ese personal y tardaremos 15, 20 años si nos damos cuenta que nos equivocamos”, explicó.

Para el directivo, "el próximo paso es la discusión en el Congreso, esperamos que los representantes de las provincias expresen su preocupación, porque estamos para trabajar en el INTA en 350 oficinas en todo el país, en cada una de las micro regiones”, destacó. 


“Nos preocupan las decisiones que se toman en Buenos Aires, que no toman en cuenta esas problemáticas que tenemos en cada una de las regiones, entendemos que tenemos muchas posibilidades y oportunidades. Hay técnicos del INTA trabajando y estructura del INTA dispuesta a trabajar”, sostuvo. 

La jornada de visibilización paralela en Salta y Jujuy fue para mostrar la actividad del INTA, con técnicos, investigadores, trabajadores que explicaron su tarea de campo, la experimentación, el asesoramiento.

En un plan estratégico los organismos nacionales han gestionado avales de organizaciones, más de 200 en las provincias de Salta y Jujuy, desde comunidades indígenas, organizaciones de productores, fundaciones, iglesias, escuelas, universidades. “Gente con la que trabajamos directamente, que ya conocen el accionar del INTA y que ven con preocupación qué podría llegar a pasar. La perspectiva no es buena, la perspectiva es ir para atrás en la intervención en cada uno de los territorios”, señaló García Rodríguez.

El INTA cuenta con personal capacitado, la mayoría de sus investigadores y trabajadores son profesionales con maestrías, especializaciones y doctorados. “Se han formado para trabajar en cada una de las problemáticas de cada uno de los territorios. No es lo mismo la producción de cítricos en los valles, o de frutales tropicales que en el Chaco serrano, y en el Chaco la ganadería y el monte, o las problemáticas de la Puna y de la Quebrada con las producciones particulares con comunidades aborígenes, con pequeños productores, con empresas, con las universidades, con CONICET que nos están acompañando, con el INTI", insistió.

Sandra Romero, coordinadora de investigación de INTA IPAF NOA, también resaltó que la jornada fue pensada para mostrar la labor del organismo con pequeños, medianos y grandes productores, en este caso, con los que producen en Jujuy, y mostrar también "el desarrollo tecnológico, las líneas de investigación, para que el público en general pueda conocer más de cerca”. 

Asimismo, llamó la atención sobre la afectación que podría provocar que "el INTA no esté más en Jujuy, donde tenemos una amplia variedad de sistemas productivos, diferentes necesidades. Ahora no sabemos cuánto va a cubrir y cómo vamos a poder responder a las demandas de toda la trama productiva de las distintas cadenas que hay en Jujuy”.