La puja entre Nación y provincias, Santa Fe en lo puntual, está a punto de sumar otro frente de conflicto con la reforma tributaria que ya preanunció el ministro de Economía, Luis Caputo. Es que, además de paralizar la obra pública y cargarle esa mochila a cada gobernación, y además del litigio que se libra en la Corte Suprema por los fondos previsionales que Casa Rosada le adeuda a Santa Fe, ahora en la Casa Gris ya hacen cálculos sobre el impacto que puede tener en el Tesoro la eliminación del Impuesto a los Ingresos Brutos (IB), tal como pretende la gestión Milei, para reemplazarlo por un IVA que varíe según cada provincia y haga que estas compitan entre sí, como una versión criolla de "los juegos del hambre". 

Es que Ingresos Brutos, a pesar de tenerse como un tributo distorsivo, hoy representa alrededor del 80 por ciento de los recursos propios que le ingresan al Tesoro provincial.

El centro de estudios santafesino Demos, con autoría de Mariano Cuvertino y Laura Marcos, se anticipó en advertir sobre las consecuencias de esta posible reforma tributaria que pretende el gobierno central, aunque en rigor de verdad, hasta ahora no hay proyecto de ley y solo declamaciones que tal vez abonen el terreno para un cambio que probablemente La Libertad Avanza intente plasmar antes de fin de año. El documento plantea, sí, la necesidad de rediscutir la matriz tributaria nacional, pero no en el sentido que pretende la gestión Milei.

El marco que traza el estudio de Demos, titulado "Divide y no reinarás, implicancias del SuperIVA", estriba en el sistema tributaria argentino. "Atípico, distorsivo y regresivo, que penaliza la producción, el trabajo y las exportaciones con impuestos, mientras como contrapartida recauda poco sobre ingresos y patrimonios", apunta el documento publicado por este grupo de estudio surgido en militantes del Partido Socialista en la capital provincial.

El análisis de Demos plantea que "el gobierno nacional destapó una verdadera caja de Pandora, que afecta no solo la cuestión de base como la distribución de los recursos nacionales sino una de fondo, que es el federalismo. El avance unilateral del Ejecutivo en tributos provinciales podría tensionar el régimen federal a un punto nunca visto. Por otro lado, avanzar en un 'Súper IVA', sin abordar otros componentes claves del sistema tributario, como las retenciones, resulta incongruente y políticamente inviable, tanto como haber acudido al término “guerra fiscal” para referirse a la competencia entre provincias".

"Yo dudo que esta reforma que pretende el gobierno pueda avanzar en el Congreso porque sería el acta de defunción de las provincias. El problema que planteamos es el sentido que le quiere dar Milei. No disentimos en reformar pero sí en la manera. Si vamos al Super IVA y que las provincias compitan entre sí será una locura. Ciudad de Buenos Aires podrá poner un IVA de 8%, total tiene mucho consumo, y que a Catamarca o Jujuy Dios las ayude", razonó Cuvertino, que además de diputado provincial es contador y analista del sistema tributario. "Eso implicaría una guerra fiscal entre provincias, el principio de la disgregación nacional", advirtió en diálogo con Rosario/12.

Ingresos Brutos es el gravamen más resistido porque aplica precisamente a toda actividad productiva de la economía y sin posibilidad de descontar nada como sí ocurre con el IVA y su mecanismo de crédito y débito. Su carácter acumulativo termina encareciendo precios de bienes y servicios. Pero ocurre que para las economías provinciales, representa entre el 80 y 85% de su recaudación.

"Pero discutir su eliminación –advierte el informe– sin antes replantear el conjunto del sistema tributario, particularmente sin avanzar en una nueva ley de coparticipación federal, aún pendiente desde la reforma constitucional de 1994, es empezar la discusión por el final. Sería liquidar las cuentas de los municipios y las comunas. Los Ingresos Brutos son la expresión de un esquema fiscal complejo y regresivo. Pero también lo son las retenciones y el impuesto al cheque, entre otros, que afectan la dinámica de la producción. No se pueden eliminar estos tributos sin redefinir previamente cómo se reparten los recursos entre Nación y provincias".

El documento de Demos aterriza en un momento en el que Santa Fe participa del planteo que han formulado la mayoría de las provincias al gobierno central en la disputa por recursos. La gestión Pullaro ahora parece haber cambiado aquel apoyo inicial que le expresó con sus diputados y senadores en el Congreso a las demandas del gobierno libertario. Al menos, por ahora pulsa una cuerda de mayor tono opositor.

Consultado Cuvertino al respecto, dijo que celebra esta posición de los gobernadores. "Que se hayan puesto de acuerdo, ingresado un proyecto de ley, ojalá se profundice este posicionamiento. No desconozco que hay discusiones electorales en el medio, pero me inclino a esperar que este debate se fortalezca: que sea de una vez el reconocimiento a las provincias, darle lugar en la mesa de decisiones, para modificar el sistema tributario, una nueva ley de coparticipación federal y federalización del Banco Central. Terminar con la lógica de los últimos 20 años, que nos deje de gobernar la dialéctica del AMBA, los intereses de la clase política que vive en Puerto Madero y desde ahí gobierna Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, sea durante el kirchnerismo o con Milei", concluyó.