Si las Islas Malvinas son un barómetro del dolor de nuestro pueblo, también lo es la preocupación ambiental y la creciente incertidumbre pesquera. Esa práctica de piratas contemporáneos que desde la apropiación británica imponen un carnaval de barcos de una veintena de países depredando las 24 horas de cada día.
Como informa el especialista e inigualable conocedor de la riqueza marítima argentina, Doryteuthis gahi