La libertad de expresión y el derecho a la comunicación en Argentina pasan por sus peores momentos desde el regreso de la democracia. A la usina oficial de discursos de odio, la precarización y represión del trabajo periodístico y una distribución de pauta oficial más arbitraria que nunca, se suma el ahogo a medios cooperativos y comunitarios desde el inicio de la actual gestión. El destino de miles de millones de pesos destinados a su fomento por Ley 26.522 es un misterio.
El Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA) se constituye asignando un porcentaje del gravamen que tributan los medios de comunicación audiovisual, el mismo que financia los Institutos del Cine, el Teatro, la Música, Radio y Televisión Argentina (RTA), la Defensoría del Público y al propio Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom). Su objetivo es el fomento de producciones y medios comunitarios, de frontera y de pueblos originarios en Argentina. Con esos fondos, el ENaCom tiene la obligación legal de implementar concursos abiertos de fomento para su actualización tecnológica, mejoras de gestión y producción de contenidos. No lo hace desde fines de 2023.
Desde la llegada del gobierno de Javier Milei, el organismo se encuentra bajo una intervención por decreto que ya fue prorrogada dos veces. Esto implica la marginación de diferentes representaciones del Congreso Nacional que deberían integrar su Directorio, con la obligación de mantener reuniones, someterse a contralores y dar cuenta de sus actos. Hoy todas sus funciones las absorbe el interventor Juan Martín Ozores, sin rendir cuentas a nadie.
El ENaCom arrastra una deuda millonaria por proyectos en ejecución interrumpidos, o concursados y aprobados con convenio firmado que nunca se efectivizaron. El 10% de la recaudación del gravamen a la comunicación audiovisual que la ley asigna para esto y cuyo paradero se desconoce, asciende a 2.500 millones en la recaudación de 2023 y a 6.500 millones en la de 2024.
Cabe señalar que en sus diez años de ejecución, entre 2013 y 2023 (con una interrupción durante el primer año de gobierno macrista) se financiaron 3139 proyectos, a razón de más de 300 por año. Los hubo para mejoras en líneas como Equipamiento e Infraestructura, Gestión, Producción informativa y de Contenidos temáticos sobre los más variados ejes, desde la Causa Malvinas hasta proyectos para Infancias o experiencias de la Economía Social.
El FOMECA no tiene color político: participan de sus concursos abiertos entidades de todo tipo, que han llegado al número de 724 en sus tiempos de aplicación. Esto incluye tanto a medios radiales y televisivos como comunidades de pueblos originarios y otras organizaciones e instituciones productoras de contenidos. La composición de concursantes es una muestra de federalismo: participan asociaciones de todas las provincias argentinas con un cupo mínimo por región, lo que contribuye a desconcentrar la producción de información y contenidos en los grandes centros urbanos.
Para justificar su incumplimiento el gobierno recurre a las mismas prácticas y narrativas que en otras áreas de gestión: al igual que con la distribución de alimentos, las primeras y pocas explicaciones justificaban la parálisis en la necesidad de “analizar y evaluar” antes de hacer nada, y así pasó un año y medio de nada. O como en el caso del impuesto a los combustibles, se recauda un tributo mediante una asignación específica sin aplicarlo a los fines que la ley indica (contribuyendo a espejismos de equilibrio fiscal con la misma lógica que cualquiera podría usar para jactarse de su ahorro personal simplemente no pagando deudas y obligaciones).
Hoy el perjuicio devenido de la falta de aplicación del Fondo de Fomento alcanza a públicos, audiencias y comunidades de todo el país, que pierden espacios de expresión, cultura e identidad. Es necesario recuperar sin más demoras esta política pública central para el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la comunicación en Argentina.
* Docente e investigador (UNQ) - Radio Encuentro (FARCO)
** Docente e investigador (UNLP) - Radio Estación Sur (FARCO)