En Arroyito, una ciudad del este cordobés donde Javier Milei arrasó con el 80% de los votos, la fila en la puerta del municipio se extiende un poco más cada día. La gente busca salud pública, bolsones de comida, ayuda para pagar la luz o, simplemente, ser escuchada. "Votaron esta política de Milei, pero nos piden que gobernemos como el kirchnerismo", lanzó el intendente Gustavo Benedetti. Su frase sintetiza la tensión que atraviesa a buena parte de los municipios cordobeses, forzados a contener sin recursos.