Ozzy Osbourne había pasado por todas las experiencias tóxicas posibles cuando los médicos le exigieron que pusiera un brusco fin a ello y se restringiera a un tratamiento estricto de comida y medicación si no quería morir reventado. “En su momento fue divertido. Fumar porro, reírse un rato, tal vez unas cervezas que te motivaban a salir de juerga con gente que, ante el peor de los desenlaces, te lNOPágina/12