“Fue como chocar contra una pared”. Así explicó la inspectora municipal Rita Arregui el episodio sufrido el viernes a la madrugada en  La Plata Rugby Club. Martín Ariza Thomas, jugador del plantel superior de rugby, la golpeó cuando Arregui realizaba, junto a otros oficiales de Control Ciudadano, un procedimiento de rutina en la fiesta de fin de año del club platense. Por la trompada, la oficial de Control cayó al piso y terminó con una muñeca fracturada.

“Estaba hablando por teléfono con mis directivos, les estaba contando el operativo que íbamos a hacer en la fiesta. Una compañera discutió con Ariza Thomas, él salió como loco, se encontró conmigo y ahí me pegó una trompada y me tiró al piso. Creo que me golpeó porque me vio sola”, expresó Arregui. 

El pasado jueves, La Plata Rugby Club organizó una fiesta de cierre del año para distinguir a los deportistas de la institución. Desde la página oficial del club en Facebook, se promocionó la cena homenaje y luego una fiesta, con venta de entradas inclusive, que contaría con la participación del grupo musical Agapornis. Ante las denuncias de los vecinos del lugar, una unidad de Convivencia y Control Ciudadano de la Municipalidad de La Plata se presentó en el predio Gonnet –ubicado en las calles 495 y 15– para indagar por la habilitación y realizar un procedimiento de rutina.

“Fuimos por denuncias de los vecinos porque la fiesta tenía que terminar a la 1 o 2 de la madrugada pero, por el contrario, en ese horario seguía entrando gente. En una fiesta tan grande –se calcula más de 1500 personas– tiene que existir un servicio de ambulancia en la puerta. Como me pasó esto a mí pudo haberle sucedido cualquier otra desgracia a cualquier persona”, comentó la inspectora municipal.

La agresión sucedió cuando Rita Arregui y los otros inspectores consultaban a los organizadores por la habilitación de la fiesta. Ariza Thomas golpeó a Arregui, quien cayó al piso y finalizó con la muñeca derecha quebrada. Tras el episodio, el agresor fue arrestado por la Policía Bonaerense y liberado a las pocas horas de la detención. La inspectora expresó que el jugador de rugby “pidió disculpas por teléfono”, sin embargo, agregó, “estaba más apenado por el escrache que sufrió en los medios que por lo que me hizo”. Este diario se intentó comunicar con la institución de La Plata Rugby Club para conocer si existirán medidas sancionadoras contra el deportista, pero no obtuvo respuestas.

Por su parte, el secretario de Legal y Técnica de la Municipalidad de La Plata, Darío Ganduglia, informó que la Comuna denunció penalmente al Ariza Thomas y explicó que “un hecho de agresión y violencia contra un agente municipal viola el Código Contravencional y el Código Penal, lo que faculta a los Jueces de Falta a realizar sanciones económicas que llegan a los 93 mil pesos, y dictar la orden de arresto de hasta 30 días de prisión”. 


Los otros episodios violentos

Este episodio de violencia propiciada por un jugador de rugby no representa un caso aislado. El 27 de agosto, John Little salió a bailar con sus amigos al boliche House en San Isidro. Allí, una patota de rugbiers los amenazó y Little y sus amigos decidieron salir del lugar. Cuando regresaban, dos jóvenes de la patota atacaron a Little, de 26 años, que terminó internado en el Hospital Italiano con fractura de cráneo y edema cerebral. 

Quince días más tarde, se viralizó un video que tenía como protagonista a Julián Cirigliano, jugador de San Cirano, quien empujaba en la calle a una persona indefensa para luego escapar en un auto con sus amigos, entre bromas y carcajadas. Tras el hecho, el club de Villa Celina sancionó de por vida a Cirigliano.

El 11 de marzo pasado, parte del equipo de Los Cedros, que había viajado a Río de Janeiro para jugar una serie de encuentros amistosos, fue a un boliche del barrio Gávea. Siete de los jugadores terminaron involucrados en una escalada de agresiones verbales que terminó en una pelea física en la que un policía, que estaba de civil y en su tiempo libre, sufrió una fractura de maxilar y rotura de un diente. Por ello, denunció a los deportistas argentinos por “lesiones corporales graves” y “desacato”. Siete rugbiers argentinos terminaron presos y recién terminaron de regresar al país en agosto pasado.