El perito naval Carlos Luis Paz analizó el fatal accidente que le costó la vida a dos niñas, una de ellas nieta de Cris Morena en Miami, y advirtió que hubo “impericia” y “tal vez violación de algunas normas que deberian ser claras”.
El profesional aclaró que si bien las pericias oficiales aún no se realizaron, se puede analizar el hecho y llegar a algunas conclusiones viendo los videos de la tragedia.
“Por los pocos videos que se ven desde distintos angulos hay situaciones que las califico, por un lado, de irresponsabilidad, y por otro de impericia y tal vez violación de algunas normas que deberian ser claras. A simple vista lamentablemente esto terminó en una tragedia y estas cosas se ven cuando ya es tarde”, sostuvo el perito en declaraciones a la 750.
Asimismo, remarcó que “no fue simplemente un accidente, sino que concurrieron un montón de causas”. “Que una embarcación grande comercial comparta espacio con veleros de ese tamaño, es de un grado importante de imprudencia”, afirmó.
“Si analizo un video, lo que veo es que en ningún momento el barco no disminuyó la velocidad ni intentó frenar, lo cual me hace pensar que por una cuestión de ubicación y altura del remolcador no tenía visión hacia adelante lo suficientemente clara como para ver que el velero se le estaba cruzando”, explicó.
“Otra cuestión de imprudencia es que un velero con gente no tan experta que sale a navegar una persona con cinco menores es difícil de poder controlar y de tener las manos ocupadas en el manejo de la vela y el timón como para maniobrar lo suficientemente rápido en una situación de emergencia”, advirtió.
Impericia, imprudencia y violación de algunas normas
En tanto, señaló que la jornada de navegación en la que ocurrió el siniestro no presentaba dificultades ni “pérdida de visión” para los navegantes, sino que para él fue más “un tema técnico”.
“La embarcación tal vez no tenía la altura suficiente del puente para ver por encima de la grúa, segundo es un tema de espacios compartido y hay regulaciones que dicen que las rutas de los barcos comerciales no deben ser invadida por veleros o embarcaciones pequeñas”, dijo.
“También puede haber algo de impericia en el timonel del velero, al haberse arrimado demasiado a una zona navegable y al verse en una situación de aprieto no haber actuado de una manera más rápida”, agregó.
Por último, lamentó la muerte de los niños, que según su visión analítica, podría haberse evitado de tener los chalecos salvavidas puestos y haberse tirado al mar inmediatamente.
“Una vez que la embarcación se metió debajo del casco de la barcaza las posibilidades de sobrevivir son muy bajas, porque la barcaza es muy larga y hasta que para, la desesperación y los golpes, no hay mucha defensa”, concluyó.