Café para cinco que ahora toman distancia del universo libertario que avalaron hace un año y medio. Eso sirvieron ayer en la Casa de Chubut, en Ciudad de Buenos Aires, para cuatro gobernadores que se juntaron a pensar cómo seguir el bolo opositor que empezaron a ensayar ante el Gobierno de Javier Milei. Maximiliano Pullaro fue uno de ellos, a la par de sus colegas Martín Llaryora, de Córdoba, el jujeño Carlos Sadir, Claudio Vidal (Santa Cruz) y el anfitrión, Ignacio Torres. Todos radicales que equilibran ahora el dilema de la UCR, partida por los cantos de sirena libertarios y la tentación de abrochar alianzas en varios distritos en el próximo turno electoral, como el de Buenos Aires, el 7 de setiembre.

La tarde pasó hermética de esa reunión, y habrá que esperar algunas horas hasta que el mandatario santafesino suelte algo de lo que conversaron. En tren de generalidades, los operadores hicieron circular que en la reunión trasunta la consolidación de un posible bloque de poder federalista, de gobernadores que antes se los llamaba dialoguistas, y que ahora, cada uno en su territorio, se prepara para enfrentar a La Libertad Avanza, que está logrando hilvanar listas en todo el mapa.

El temario disparador fue consensuar la continuidad de la estrategia parlamentaria que los diputados y senadores de cada provincia habrán de sostener en el Congreso. Esto es, en cuanto a leyes que tienen media sanción y que los gobernadores empujaron con sendos proyectos propios que ellos presentaron; o sea, como la redistribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), y la reformulación para coparticipar el Impuesto a los Combustibles líquidos. Dos iniciativas aprobadas el 11 de julio en el Senado, y que enojaron al presidente Javier Milei, quien prometió aplicarles veto si pasan airosas la batalla en Diputados.

Los mandatarios –resueltos a disputar recursos que Nación regatea– aducen que ambas leyes no afectan el equilibrio fiscal que Milei tacha de innegociable. Según estudios expertos, el costo fiscal nacional para 2025 del proyecto de los ATN rondaría el 0,05% del PBI. Casa Rosada rechaza el argumento y pasó de la disposición a negociar, a la amenaza de veto liso y llano. 

La batalla legislativa será el miércoles 6, en la Cámara Baja. El escenario será la comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por el libertario José Luis Espert, donde se definirá la suerte de los dos proyectos que vienen del Senado. Por lo pronto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó ayer que Milei impugnará ambas iniciativas si los gobernadores logran su objetivo parlamentario. "El veto va a ser total", dijo Francos cerca de las dos leyes, y también la del aumento de haberes a jubilados, moratoria previsional y emergencia en discapacidad.

Los gobernadores también discuten hoy cómo pararse ante el veto prometido del libertario a la mejora de haberes para jubilados que votó el Congreso. Como en este tema el PRO muestra fisuras, y acaba de firmar alianzas con La Libertad Avanza en la elección bonaerense del 7 de setiembre, en esta reunión faltó un buen amigo de Pullaro como lo es el macrista entrerriano Rogelio Frigerio. Pero hay otros como el correntino Gustavo Valdes que también, como Pullaro, sienten que haber bancado a Milei durante un año y medio no les reportó beneficios para sus respectivas gestiones de provincia. El mosaico es heterogéneo, considerando que además de los tres radicales, el cordobés proviene del peronismo y que el santacruceño viene del sindicalismo petrolero.

Promediando la tertulia, apareció el diputado nacional Juan Schiaretti, en busca del apoyo de este bloque de gobernadores para cimentar su candidatura para renovar banca en octubre. Schiaretti tiene juego propio y, según la prensa cordobesa, iniciativa de intentar una aventura presidencial en 2027. Y aunque su comprovinciano Llaryora le pavimenta ese deseo, Pullaro y los otros se plantan: acompañar hasta la puerta del cementerio, pero no entrar.

El telón de fondo es la ofensiva de Karina Milei calculando alianzas o no según cada provincia. En Córdoba lo intenta a través del radical con peluca Rodrigo De Loredo. Llaryora, de origen justicialista, se prepara para esa embestida y por eso acude a esta "liga de gobernadores". En Santa Fe la ola libertaria no avanza sobre un radicalismo hegemonizado por Pullaro, y por ahora se contenta en haberse nutrido de algunos referentes del PRO, del ala de Patricia Bullrich. El santafesino, en cambio, se entusiasma con erigirse en la esperanza de los radicales que rehúyen el destino de terminar aliados con Milei.

Pullaro transita la misma estrategia que impuso el peronista Axel Kicillof en Buenos Aires: desdoblar elecciones para evitar el riesgo de la ola nacional libertaria. Y así, igual que Torres, ambos competirán con listas propias contra el armado de La Libertad Avanza. Un motivo más que los llevó ayer hasta la cumbre de gobernadores, para aceitar la estructura de un nuevo frente político.