El programa económico pone a la desinflación por encima de cualquier otro objetivo. Sin embargo, el esquema “quedó rengo”, según analiza una consultora privada que advierte: el Gobierno no puede garantizar el control del tipo de cambio y reposa principalmente en el ancla a los sueldos para calmar precios. El salario de bolsillo cayó 5,5 por ciento en apenas 4 meses y se profundiza la heterogeneida