El rio Paraná devolvió ayer otro cuerpo, otra de las tantas víctimas que se acumulan en la historia de las barracas del río marrón. Luego de cinco días de búsqueda, los equipos de emergencia hallaron en la mañana del sábado el cuerpo de Adrián Romani, el joven de 25 años que resbaló en la barranca de la costanera central, en cercanías del Barquito de Papel y cayó al Paraná mientras pescaba con su padre, quien se arrojó al agua pero no lo pudo rescatar. Los restos del muchacho fueron encontrados en la misma zona donde desapareció. Los detectó uno de los drones que se sumaron a la tarea de Prefectura, Bomberos Voluntarios, Protección Civil de la Municipalidad y la Policía provincial.
El cuerpo del joven, que vivía con su familia en barrio Ludueña, fue sacado del agua por personal de Prefectura poco después de que el dron que monitoreaba la zona diera el alerta, a la altura de avenida Francia, zona de la escultura conocida como Barquito de Papel. En ese mismo lugar habían trabajado, al comienzo de la búsqueda, los buzos de la fuerza federal, pero sin resultados.
El hallazgo generó escenas dramáticas entre los familiares de Adrián que seguían el operativo en el lugar. El padre del muchacho, Luis, de 62 años, se había retirado a descansar unos minutos antes luego de una larga vigilia.
Justamente el hombre había intentado rescatar a Adrián, con quien solía compartir momentos de pesca en esa misma zona, cuando el muchacho trastabilló y cayó a las aguas del Paraná alrededor de las 18 del último lunes. Pero no lo consiguió. Ante los medios de comunicación, había explicado poco después cómo fue el incidente. "Nos estábamos por ir, pisó la línea, se resbaló y cayó al agua. Yo me tiré a rescatarlo y no pude", dijo el hombre. Y agregó que su hijo no sabía nadar. La familia de Adrián, de escasos recursos, solicita para poder hacer un funeral. Para colaborar, ofrecieron el whatsapp de una prima del joven, Florencia: 341 755 9668.
La zona elegida por Adrián Ruiz y su padre para pescar presenta un relieve irregular en las márgenes, con sectores de barranca y poca infraestructura para quienes frecuentan el espacio recreativo. Además, el caudal del río Paraná registra fluctuaciones y zonas de corriente intensa, un factor de riesgo para quienes, como en este caso, carecen de conocimientos de natación o no disponen de elementos de flotación adecuados.
Otros casos
En la misma zona, hace unos meses fue hallado el cuerpo de un hombre en la zona del antiguo muelle de Francia y el río Paraná. Lo encontró un pescador quien alertó sobre la presencia de un cadáver en la barranca del Parque de la Arenera, a pocos metros de la rotonda de Francia y Estanislao López. El lugar, de gran circulación peatonal, es frecuentado por caminantes y pescadores que, a pesar del vallado, cruzan la maleza y las antiguas estructuras portuarias para acceder al río. El cuerpo fue hallado en la barranca y se identificó a la víctima como Elio Horacio Salcedo, de 34 años.
El año 2018 empezó con cuatro personas que perdieron la vida ahogadas. Fueron identificadas como Pablo Zárate, rescatado por Prefectura en medio del Paraná, a la altura de Arroyito. Había desaparecido después de meterse al río con amigos. El 10 de enero una joven de 25 años se ahogó al bañarse en una zona que está prohibida, a la altura del fin de la Rambla Catalunya y antes del inicio de La Florida, en el norte de la ciudad. Un día antes se había encontrado el cuerpo de Ademar Albornoz, de 35 años, que se había arrojado a las aguas del Paraná en una zona muy profunda, en inmediaciones del kilómetro 454, entre Timbúes y Puerto General San Martín. También su mujer falleció ahogada.
El 29 de febrero de 2008 un chico de 14 años cayó al río Paraná a la altura de la barranca de calle Moreno y fue hallado días después a la altura de la calle Presidente Roca, en uno de los clubes de pesca. El menor, que formaba parte de la delegación del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) que lideraba Raúl Castells desapareció en las aguas del río. Se llamaba Fernando Carlos Alberto, era oriundo de Buenos Aires.
Aunque no siempre terminan en accidentes fatales, la zona costera central es escenario repetido de accidentes. El 3 de abril de 2019, en el paseo costero a la altura de calle Dorrego debió ser rescatado un joven de 22 años que había caído por la barranca mientras se encontraba junto a un amigo. Personal de Bomberos Zapadores completaban así el tercer rescate en esa zona desde que había comenzado el año, cuando auxiliaron a una chica de 18 años también por la madrugada, en una zona muy concurrida por jóvenes en horario nocturno.
El 7 de noviembre de 2011 en la zona sur de Rosario un chico de 14 años desapareció tras arrojarse al agua. El adolescente pescaba junto a sus amigos y sobrinos cuando decidió tirarse al río y no lo vieron más.
El 6 de febrero de 2009 un hombre de 34 años cayó por la barranca de Moreno y el río cuando reparaba su moto. Fue rescatado por bomberos y policías, y sufrió fracturas en ambas piernas.