En medio de una inflación que no para de crecer y una incertidumbre económica, los argentinos y argentinas están cada vez más endeudados. En la Argentina de Javier Milei casi la mitad de la población se ve obligada a usar la tarjeta de crédito para comprar alimentos.
El psicólogo Pablo Melicchio analizó en la 750 cómo afectan las deudas en la psiquis de las personas y cómo evitar caer en depresión.
Según el especialista, “cuando la economía trastabilla y se sostiene en el tiempo la problemática, lo que empieza a intensificarse es la ansiedad”.
Según sus palabras, “la ansiedad la tenemos todos, es un síntoma muy de esta época pero sostenida en el tiempo puede generar un estrés crónico y, a partir de ahí, la alteración en la salud psicofísica”.
“Cuando un sujeto se endeuda y no puede pagar, desde luego que empieza a bajar su autoestima, porque se siente incapaz, que está fracasando y ahí queda muy articulada la deuda con la salud muy resquebrajada”, afirmó.
Por ejemplo, un estudio recientemente realizado por la consultora Indaga reveló que dos tercios de las personas que residen en el AMBA manifiestan sentirse insatisfechas con la situación económica actual. También dos tercios creen que el esfuerzo económico realizado durante el último año y medio no valdrá la pena y la mitad cree que el futuro es aún peor que el presente.
No hay energía para el amor, la distensión, y ahí empieza el insomnio
Según Melicchio, “la deuda genera culpa” y una “preocupación constante por pagar y por no generar intereses”, lo cual “empieza a alterar toda tu vida en el plano personal y vincular”.
El principal síntoma en la era Milei es que muchas personas tienen más de un empleo y, aún así, son pobres y no llegan a fin de mes.
“Antes, la pobreza, las deudas y el no poder económico estaba asignado a la falta de trabajo, pero hoy hay muchos trabajadores y trabajadoras que son pobres trabajando. En el consultorio tengo docentes, empleados del Estado, jubilados que son pobres. Están con lo justo. Entonces, esta es la crueldad de este sistema”, señaló el profesional.
Si bien el panorama es oscuro, ya que cuando se está “atrapado en deudas y se tiene que vivir el día a día”, eso genera que no haya una visión particularmente positiva de un futuro prometedor o se pueda pensar en generar un proyecto de vida.
No obstante, la reflexión a la que llega Melicchio surge de una premisa del padre de la psicología, Sigmund Freud, que hablaba de una “economía psíquica”.
“Nuestra energía mental es como la economía. Y si usamos toda nuestra energía mental para salir del pozo para ver cómo generar dinero, después no hay energía para el amor, la distensión, y ahí empieza el insomnio, se come mal, y se está con una tensión permanente”, cerró.