La evolución de los alquileres de vivienda en Rosario sigue a un ritmo mucho más intenso que la inflación que miden los organismos oficiales. Los nuevos contratos que se están firmando este mes duplican en su valor interanual al índice de precios acumulado que marca el Indec. Así las cosas, la renta de un monoambiente absorbe casi el total de una jubilación mínima; o en el caso de un departamento de dos ambientes, su locación le lleva más de la mitad de un sueldo docente, sin contar gastos y expensas.
Si la inflación acumulada entre junio de 2024 y junio pasado ha sido de 40 por ciento, según la estadística oficial del Gobierno, en Rosario el mercado inmobiliario exhibe hoy una presión muy por encima de esa marca. Hoy las nuevas locaciones empiezan entre 73 y 82% arriba de los precios pactados un año atrás, según marca el relevamiento mensual que hace el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) sobre el mercado inmobiliario de Rosario y en base a la oferta publicada online, precisó María Belén Basile, una de las economistas que participaron en la elaboración de este informe.
Estos aumentos relevados en la ciudad contrastan de manera ostensible con el Índice para Contratos de Locación, que publicó el Banco Central de la República Argentina y señaló un incremento interanual de 55,7% al primer día hábil de agosto.
El segmento que mayor variación intermensual registró desde el mes pasado es el de los departamentos monoambiente. Su alquiler aumentó 3,4% en general, de un mes para otro. También, por encima del aumento estimado en 1,8% que el Indec confirmará este miércoles. Hoy la media de esta categoría inmobiliaria es de $300.000 mensuales en Rosario. Vale aclarar que el valor varía según la ubicación geográfica y otras características edilicias, según el caso.
En este nivel, los aumentos interanuales respecto de agosto 2024 aumentaron 81,8 por ciento, el doble de la inflación general. La comparación es odiosa, pero elocuente: el alquiler de la unidad de vivienda más pequeña representa el 93,2% de los 322.000 pesos de un salario mínimo, vital y móvil.
Los departamentos de un dormitorio (2 ambientes) hoy se alquilan por unos $380.000, y significa un aumento de 72,7% interanual. Aquí vale señalar que el canon más repetido es similar al haber mínimo jubilatorio. Una persona jubilada que perciba el salario básico de $384.305 asignará casi todo su ingreso –78.1%– al pago del alquiler. Y en esa cuenta no se incluye el costo de las expensas ni de los servicios usuales de todo hogar.
En cuanto a los departamentos de dos dormitorios (3 ambientes), el incremento llegó a una mediana de $500.000 por unidad. Esto implica que los alquileres en esta línea de vivienda encareció 81.8% respecto de hace un año atrás.
El informe del Ceso añade una comparación de coyuntura. "En pleno contexto de renegociación de la paritaria docente, resulta de interés destacar que un maestro de grado sin antigüedad destina el 54% de su salario al alquiler de un departamento de 2 ambientes, sin contar los gastos en expensas y servicios", destaca el estudio. Vale contar que la suma de estos gastos extra suelen representar un valor similar al 17% del costo del alquiler.
"Estos valores representan la mediana de lo que se maneja hoy en el mercado, para pactar locaciones con ajustes por lo general trimestrales o cuatrimestrales, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) el Índice de Contratos de Locación (ICL)", explicó Basile en diálogo con este diario. Todavía hoy existen contratos que iniciaron cuando la Ley de Alquileres todavía estaba vigente, y renegocian el canon de manera semestral.
Desde el decreto 70/23 con el que el presidente Milei suspendió aquella ley y desreguló el mercado, el panorama exhibe este desfasaje de precios respecto del índice general de inflación.
"El mes donde la evolución hizo pico –agregó la economista del Ceso– fue en junio de 2024, como efecto de la desregulación, y dado que el ICL se compone en base a un promedio de salarios e inflación. Pero es una variable no estrictamente fiel porque toma los sueldos en bruto, y además los registrados, cuando hay un 50 por ciento de trabajadores en la informalidad. Por eso se dice que los sueldos le ganan a la inflación, cuando en la realidad no es así", concluyó.