Martín Díaz, el abogado de Cristian Graf, negó que su defendido hubiera mantenido cualquier tipo de "relación" con Diego Fernández Lima, el joven de 16 años que fue asesinado en 1984 y enterrado en el fondo de una casa del barrio porteño de Coghlan.
Cristian Graf es el principal sospechoso en la causa que investiga el misterioso crimen. El hombre habitó la vivienda en la que se encontraron los restos óseos enterrados de la víctima al momento de la desaparición. Además, coincidió en el mismo colegio y curso que Fernández Lima.
"No nos consta que haya algún tipo de amistad", indicó el abogado este martes a la prensa, y ratificó: "Cristian Graf no tenía relación ni vínculo". De acuerdo al testimonio del defensor del sospechoso, quien fue citado a declarar por el fiscal Martín López Perrando, ambos jóvenes concurrían en ese entonces a la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 al igual que "350 chicos". Por último, indicó que su defendido "no puede quedar detenido".
La investigación judicial por el crimen de Diego Fernández Lima tiene paralizado al barrio porteño de Coghlan. La muerte del joven de 16 años hace 41 años en el marco de un aparente homicidio abrió el debate público en torno a la prescripción de este tipo de delitos luego de una cantidad determinada de años.
Si bien por el paso de los años la acción penal está prescripta, desde la Fiscalía procuran avanzan con la investigación para reconstruir los hechos y arrojar luz sobre lo que le ocurrió a la víctima.
Los ojos están puestos sobre Graf, el principal sospechoso. Sin embargo, para evitar que éste mismo invoque el principio de la prescripción, el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°61 esperó con cautela hasta reunir suficientes indicios acusatorios. Finalmente, lo citó a declarar en calidad de imputado, acusándolo de "encubrimiento agravado" y "supresión de evidencia", porque habría realizado distintas maniobras para tapar la verdad tras el hallazgo.
Por qué el fiscal citó a indagartoria a Cristian Graf
"Si bien no fue posible determinar fehacientemente la autoría del homicidio de Diego Fernandez, sí pudo acreditarse que efectivamente la víctima fue asesinada y ocultada en el interior de la finca que habitó y habita el ahora imputado", determinó López Perrando en su dictamen.
Con total contundencia, el fiscal consideró que "inmediatamente" después de que se encontraran los huesos enterrados en la división de su casa el 20 de mayo pasado, Graf intentó "desviar la investigación" y "encubrir la averiguación de la verdad". Sin más, remarcó que el acusado “buscó silenciar el crimen de Diego Fernández”.
Para justificarse, el fiscal sostuvo que posteriormente a los trabajos de albañilería en la medianera de su casa, el imputado "se mostró preocupado, temeroso de que la verdad saliera a la luz, y por ello les espetó a los obreros que tenían prohibido cortar un determinado árbol que se hallaba cercano a la medianera que dividía ambas propiedades”.
Además apuntó que la "preocupación" de Graf tras el hallazgo de los huesos el pasado 20 de mayo "se transformó en ocupación, al exteriorizar su conducta encubridora", y explicó que esto se vio a través de "diversas excusas": "pasando desde la existencia de una iglesia en donde habrían sido enterradas personas, hasta que en una oportunidad habría pedido tierra para rellenar su terreno y que los restos habrían venido ocultos sin que nadie se diera la cuenta”.
Asimismo, el titular de la Fiscalía remarcó que, en función de los testimonios e indicios recabados, se comprobó "la existencia de un vínculo" entre la víctima y el acusado: eran "compañeros de colegio" y ambos compartían una "afición por las motos".
Esto fue recogido de los testimonios de los excompañeros del sospechoso y de la víctima de la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36, que se contactaron con la fiscalía luego de que se difundiera que el NN enterrado en Coghlan había sido identificado como Fernández Lima. Cristian Graf había pasado desapercibido para los familiares de la víctima, ya que este compañero no era de su círculo cercano de amistades del colegio ni del club Excursionistas, donde el adolescente jugaba al futbol. En tanto, el fiscal también recibió el testimonio del personal que trabajaba en la obra de la avenida Congreso 3748, lindera a la vivienda desde donde surgieron los restos óseos.
"Las coincidencias, más que aisladas, fueron más y más contundentes, al punto de que al día de la fecha sea posible aseverar sin cortapisa que efectivamente el nombrado conocía la existencia del cadáver en el fondo de su casa”, aseveró López Perrando.
En suma, para el representante del Ministerio Público Fiscal , "el absoluto silencio” pese a "la magnitud del descubrimiento y a su directa vinculación con el lugar de inhumación” y la "actitud omisiva, unida a sus manifestaciones evasivas y contradictorias, sumadas a las maniobras de ocultamiento realizadas", constituyen "indicios claros de voluntad de ocultamiento y entorpecimiento de la investigación”, agregó.