La poesía recita en la infancia, un escondite que nos disponemos a extrañar de antemano y que a veces vuelve para recuperar la condición y la memoria. En una trama ambiciosa María Gil Araújo, María Eugenia Cairo, María Ceci, Mariana Jasovich, Laura Kuperman, Florencia Ramondetta, Patricia Rodríguez y Poty Urriza crean, abren y comparten: “Archivos de Infancias” una muestra curada por Paula Doberti y Débora Kirnos que se inaugurará el viernes 22 de agosto a las 18,30 en el Centro Cultural Universitario Paco Urondo, en 25 de Mayo 201, CABA, @ccpacourondo y que se podrá visitar con entrada libre y gratuita hasta el 17 de octubre de 12 a 20 horas.
"Archivos de Infancias” es un proyecto colectivo y el lugar desde donde ocho artistas se unen (un trabajo unitario hecho por todas) para mirar la infancia del presente trayendo un pasado de peripecias en las que acampan el territorio de la niñez y la fábula. Un tablado de escenas familiares y sociales habitadas por el juego, la escolaridad, el barrio, la improvisación y la pose: ¿había un acting mejor que sacarse la foto escolar mostrando el portafolio? Una bitácora de invenciones y recuerdos que interpela sin recaudo mientras se escribe un capítulo nuevo. Un archivo lúdico, sonoro, con tableros de juegos intervenidos, performances y narraciones.
¿Qué más? Una escuela real y una inventada, un día cualquiera y otro en que había que aguantar el miedo, hacer fila y vacunarse, un catálogo de convenciones, cuadernos, escuadras y lápices con la goma gastada en la punta, la construcción de un barrio posible, un alfabeto en cursiva escrito con tiza blanca, una libreta de la Caja Nacional de Ahorro Postal, un afiche tornasol, unos dinosaurios despintados con ganas de volver a jugar y el guardapolvo de las tablitas.
Hay más, porque “Archivos de Infancias” es el delicioso enredo de la ficción sin la miserable expedición de sellar el tiempo, es el tropel de un baúl guardado durante años recién abierto en donde todas las opciones de encastre (un nuevo Rasti) son remembranzas movedizas. Sí, un archivo móvil que nos refleja y que nos llama a tocar y sentir sin intromisión. Un álbum de retratos convertidos en figuritas que no ignora todas las infancias que fuimos desde que fuimos niñxs.
Como dice María Gil Araújo: “trabajamos desde el recuerdo y su resignificación, todas veníamos trabajando de una manera u otra sobre temas de memoria entonces juntamos ese material y generamos cosas en conjunto (…), yo soy bastante acumuladora y uso esos objetos que acumulo para después mostrarlos y compartirlos porque son fragmentos que seguramente están presentes en la vida de todxs lo que vayan a ver la muestra. (…) El Centro Cultural Paco Urondo es un espacio muy propio para eso porque tiene que ver con el ámbito de la educación, tiene que ver con la cuestión pública y de todo eso se habla también en la muestra, de preservar esos lugares, defenderlos y agradecerlos, siempre agradecemos la educación pública.”