En 2021, Elon Musk afirmó que trabajaba “al menos 80 o 90 horas por semana”, llegando en ocasiones a dedicar 12 horas diarias, todos los días. No era la primera vez que defendía esta postura: ya en 2018 había sentenciado que “nadie cambió el mundo trabajando 40 horas semanales”. Esta visión del trabajo como entrega absoluta y sacrificio extremo —que aplicó al frente de empresas como Tesla y SpaceX y recientemente en el Department of Government Efficiency (DOGE), donde promovió una lógica de hiperproductividad aplicada a la gestión pública— se volvió emblema del ethos empren
El futuro de la jornada laboral
Menos es más
Mientras los principales exponentes de la elite tecnológica mundial promueven una visión del trabajo como entrega absoluta y sacrificio extremo, cada vez más estudios y experiencias empíricas demuestran que reducir la jornada laboral aumenta la productividad y la calidad de vida.

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