A la transformación del Puerto de Coronel Rosales, la provincia de Buenos Aires suma una nueva obra privada que, según los funcionarios del área, fortalecerá su sistema portuario y elevará su competitividad en el mercado internacional. Se trata de la ampliación del Canal Dock Sud que da nombre el puerto de Avellaneda. Es una inversión que roza los 150 millones de dólares y consolidará el lugar de la provincia como la única en el país con capacidad para recibir mega buques de contenedores.
El anuncio lo encabezó Axel Kicillof y estuvo acompañado por directivos de Exolgan, la firma que opera la principal terminal de contenedores de todo el país e inversora en el proyecto. El objetivo es ampliar la operatividad del puerto de Dock Sud y barcos tipo Neo Panamax de más de 360 metros de largo puedan atracar. La posibilidad de que arriben buques más grandes permiten trasladar más contenedores en un solo viaje. Más contenedores por embarcación reduce considerablemente el costo de las importaciones y exportaciones.
El valor estratégico de la obra radica en dos ejes. Ambos los explica Juan Cruz Lucero, subsecretario de Asuntos Portuarios de la provincia en diálogo con Buenos Aires/12. En primer lugar, la provincia de Buenos Aires concentra el movimiento del 43 por ciento de todos los contenedores del país. De ese total, el 95 por ciento se realiza en Dock Sud. Es decir, cerca de la mitad de todos los contenedores que entran y salen del país pasan por Avellaneda.
En segundo término, Lucero advierte que la adecuación en la infraestructura viene aparejada de un proceso a escala global: las navieras mercantes construyen barcos cada vez más grandes para reducir los costos de operación. Si los puertos no se modernizan, pueden quedar afuera del circuito del comercio mundial, o bien, sólo utilizar embarcaciones más pequeñas lo que encarece la logística.
Al respecto, Kicillof señaló que el nuevo muelle, permitirá el acceso de buques de última generación que si no hacen carga y descarga en nuestro puerto, lo hacen en otro país. "Esto no es discurso, es competitividad genuina para el desarrollo de la provincia y de la Argentina”, remarcó.
La empresa encargada de la obra será Exolgan. Según sus estimaciones, en diez años el puerto de Avellaneda tendrá un crecimiento superior al 48 por ciento en el movimiento de contenedores en comparación con 2024. Por eso viene impulsando hace años estos trabajos. Lo hace desde 2016, cuando María Eugenia Vidal ocupaba la gobernación.
En aquellos años no hubo acuerdo. Al asumir en 2019, la gestión de Kicillof comenzó las reuniones con la firma que tiene entre sus principales accionistas a PSA International, el principal operador portuario del mundo con más de 70 terminales. Las negociaciones, cuenta Lucero, buscaron las mejores condiciones tanto para la firma privada como para la Provincia, propietaria de las tierras donde se efectuará la obra que demandará alrededor de más de dos años.
Con el acuerdo consolidado, se tramitó el permiso de uso por el plazo de diez años a partir del reciente vencimiento del 4 de agosto. Y las tareas comenzaron. Ya se derrumbaron dos talleres y una grúa. El ensanchamiento del canal posibilitará contar con un nuevo sitio de atraque y que así operen hasta tres buques a la vez, uno más que en la actualidad. Sin embargo, lo primordial radica en habilitar mega buques y ser una opción a, por ejemplo, el Puerto de Montevideo, que hoy cuenta con esta opción.
Soberanía
Lucero detalla que el eje a lo largo de las negociaciones con Exolgan fue la soberanía. Esto se vio reflejado en el acuerdo con la firma. Resulta que la obra amerita correr la actual línea del muelle alrededor de 70 metros hacia atrás. Los trabajados llevan a que más de 33 mil metros cuadrados de superficie cuya propiedad es de la provincia se deban demoler para ensanchar el canal. Entonces, dentro del permiso firmado, la empresa se compromete a devolver la misma extensión de tierra en otro sector.
Para el funcionario bonaerense, la cuestión de la soberanía no es un tema menor. No lo es para Argentina y tampoco para el mundo. Pone como ejemplo a China, uno de los principales motores de logística portuaria. “Nadie regala sus puertos”, subraya Lucero. Por el contrario, hoy China está construyendo puertos en África o, el caso más cercano, en Perú. Incluso, está en negociaciones con Brasil para llevar una línea de ferrocarril desde el nuevo puerto en tierras peruanas y conectarlo con el océano Atlántico.
En este contexto se encuadra la obra de Dock Sud. O las recientes mejoras en Coronel Rosales que publicó este medio en reiteradas ocasiones. En el sudeste bonaerense se transformó el puerto rosaleño a los fines de duplicar la cantidad de petróleo que sale al exterior. Para tomar dimensión, el 70 por ciento del crudo del país pasa por el Puerto de Coronel Rosales.
Así, por un lado, están los avances en el principal puerto petrolero del país. En paralelo, comienzan las mejoras para modernizar la principal terminal de contenedores del país. La conjunción de estos datos, a la que se puede sumar el Puerto de Mar del Plata como el número uno en lo que respecta a la industria pesquera nacional, elevan la responsabilidad sobre la política portuaria bonaerense. Una política que, según Lucero, no existió durante el gobierno de Vidal.
Como un segundo punto importante y consecuente con la soberanía, el subsecretario señala que estas obras potenciarán la capacidad de desarrollo regional. Es decir, impacta en la dinámica de múltiples firmas a nivel regional, tanto en Argentina como en el exterior.
Con todo, el proyecto de Exolgan consiste en ampliar el ancho del Canal Dock Sud frente al Sitio de Atraque 1, para permitir la operatoria de buques de 14.000 TEUs. Un TEU equivale a 20 pies y es la unidad de medida para calcular cuántos contenedores puede transportar un busque. Un contenedor pequeño mide 20 pies y no grande mide 40 pies. Así, con las modificaciones planteadas, llegarían barcos con capacidad de hasta 14 mil contenedores pequeños o 7 mil grandes.
Para ello se plantea construir una nueva línea de atraque, detrás de la existente. Esto implica la demolición del actual Sitio 1 y el resto del frente costero hasta la zona de Cuatro Bocas. A partir de allí, el nuevo sitio de atraque proyectado cuenta con una longitud de 470 metros, de manera tal de asegurar el atraque del buque de diseño, lo que puede incrementar la capacidad de operatoria del muelle en un 33 por ciento. A su vez, la defensa costera se extiende otros 298 metros, resultando un frente total de 768 metros.
La obra tiene el objetivo recibir buques Neo Panamax de 366 metros de eslora y 53 de manga, que se espera lleguen a la región producto del recambio de buques en las principales rutas de comercio por parte de las principales líneas marítimas. De esta manera, se pretende alcanzar la operación de tres buques en simultáneo, dado que hoy pueden hacerlo solo dos.
Del anuncio también participó Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, que aseguró que "esta es una obra importantísima que nos va a permitir contar con otro puerto de primer nivel en nuestro país”. “La gran inversión privada demuestra también el apoyo y la confianza de la empresa en Avellaneda y en la provincia de Buenos Aires”, subrayó.
El sistema portuario bonaerense
La provincia de Buenos Aires cuenta con 27 puertos públicos y privados de índole comercial e industrial que movilizan carga. Ocho son administrados por Consorcios de Gestión Portuaria, tal es el caso de Dock Sud, Coronel Rosales, Bahía Blanca, Quequén y Mar del Plata, por ejemplo. Otros 18 son netamente privados y el último es una delegación portuaria.
Como se mencionó, Dock Sud es el principal puerto de contenedores de la provincia. La terminal de Exolgan es, en términos individuales, la más importante del país. El puerto de Avellaneda solo es superado en operatividad de contenedores por el Puerto de Buenos Aires, único de administración nacional tras las leyes de principios de los años noventa que dejó en manos provinciales la administración de los puertos.
Cabe señalar que en Dock Sud la actividad prioritaria también es petrolera. Allí está establecida la refinería Raizen, la ex Shell, que mueve la mayor cantidad de buques en el sector. Pero su joya está en los contendores. Así como en Bahía y Quequén son cerealeros, con el agregado en Bahía de ser el principal puerto petroquímico. Lo mismo San Nicolás con los fertilizantes, La Plata con refinería y San Pedro con economías regionales.
A lo largo de 2024, el Puerto de Dock Sud movilizó más de 6,8 toneladas de mercaderías, dejándolo en el cuarto lugar de la provincia por detrás de Bahía, Rosales y Quequén. Ahora bien, de los 566.694 TEU cargados en toda la provincia el año pasado, 540.973 fueron en Avellaneda.