“Bienvenidos a Vrinbavan”, dicen al comienzo de Matices (reciente estreno de Universal+) y uno espera que brote la Nicole Kidman de Nine Perfect Strangers por la puerta de ese exclusivo viñedo preparado para un experimento de sanación personal. Pero quien aparece es Eusebio Poncela dándole vida a Tomás Marlow, una leyenda de la psiquiatría que comanda una "ceremonia de ruptura y renacimiento". Al llegar allí los distintos pacientes perderán su nombre y serán identificados con una pieza de ajedrez. Analogía bastante certera para esta ficción en la que anida el thriller psicológico y el whodunnit con movimientos fríamente calculados.
“La cárcel está en el subconsciente y sólo les estoy pidiendo que me ayuden a encontrar la llave”, dice Marlow quien, al finalizar el primero de los ocho episodios, aparece apuñalado. Todo apunta a que su propia hija, Eviana (Elsa Pataky), ha sido la culpable. Aunque como buen asesinato con varios enigmas y personajes suspicaces, el encanto de Matices pasa por las vueltas de tuerca y una resolución que parece haber sido concebida por una Agatha Christie ibérica.