El 23,7 por ciento de los bonaerenses está angustiado con la situación actual y las perspectivas futuras del país, seguidos por santafesinos (21,9) y porteños (21,6), según un reciente estudio elaborado por la consultora Explanans, que dirige Sebastián Puechagut.

El dato surge del informe titulado "600 días de Milei. Primeras señales de alerta", una serie que el equipo de investigación elabora cada cien días y permite comparar la evolución temporal de las distintas variables.

De allí se desprende que, aunque los bonaerenses son los más angustiados en comparación con porteños, cordobeses, santafesinos y mendocinos, esa no es la emoción más extendida en la provincia del cuarenta por ciento del padrón nacional. Lo que predomina es la preocupación (27,7) y luego el enojo (18,7). 

Las emociones positivas, en cambio, aún sumadas, se mantienen por debajo del tercio: tranquilidad (17,6), satisfacción (9,9) y alegría (2,4). El escenario se repite, con pequeños matices, en todos los distritos medidos. Los mendocinos son los más preocupados (29,9) y los porteños los más enojados (22,5).

La ficha técnica indica que el trabajo se realizó entre el 3 y el 11 de agosto, con una muestra de 6147 casos en todo el país, método de recolección on line y un margen de error de 1,25 puntos. 

Desgranamiento

"A los 600 días finalmente comienza a romperse la inercia: el rechazo alcanza su máximo histórico: 54,4 por ciento. Al mismo tiempo, el apoyo pierde “calidad”: incluso dentro de quienes respaldan al gobierno, aparecen disconformidades parciales". 

"La brecha de género se profundiza: para las mujeres la aprobación está por debajo de los 40 puntos. En contrapartida, entre jóvenes varones el respaldo llega a 55%, manteniendo su núcleo duro generacional", afirma el estudio, en el apartado denominado "Síntesis".

La novedad se produce en plena campaña previa a las elecciones de medio término y en el contexto de un creciente inestabilidad financiera, que tiene como correlato una profunda recesión en la economía real, con su elevado costo a nivel social.

Como contrapartida, el "control de la inflación" es considerado el principal activo del gobierno (24,5). Pero este mismo ítem amenaza con desvanecerse justo antes de concurrir a las urnas. 

La inflación, medida por el INDEC con la canasta de bienes y servicios de 2004, fue de 1,5 en mayo, 1,6 en junio y 1,9 en julio. El dato de agosto se conocerá después de las elecciones del 7 de septiembre.