La senadora del PRO Carmen Álvarez Rivero lo hizo de nuevo. Este martes, la legisladora - aliada del oficialismo - volvió a estar en el centro de la polémica, no por una hazaña en su labor, sino por sus erráticas palabras. Dijo que no creía que "los niños argentinos tengan derecho a venir al Garrahan a ser curados" y hubo un repudio generalizado.


Las declaraciones de Álvarez Rivero se dieron en el marco del debate del proyecto de emergencia pediátrica, que obtuvo dictamen y será tratado la próxima semana en el recinto. En ese contexto, la senadora afirmó: “Ese derecho no lo conozco en ningún lado” y planteó que "la salud es de gestión provincial. Es una bola de nieve, es cada vez peor. Es una realidad general".

Le contestaron y dijo que fue malinterpretada

La frase provocó inmediatas respuestas. La presidenta de la comisión de Salud, Lucía Corpacci, le refutó: "Todos tienen derecho a la atención". A esto se sumó la senadora Guadalupe Tagliaferri que recordó que la Constitución Nacional establece que se debe garantizar la salud.

Otro que salió al cruce fue Martín Lousteau: "Un país es injusto cuando el acceso a la atención depende del lugar donde uno nace. Decir que los niños con patologías graves no tienen derecho a ser atendidos en el Garrahan muestra cuán proclive a la injusticia es la cabeza de una persona", expresó.

"No puedo imaginar cómo alguien puede decirles a padres que sus hijos no tienen derecho a un hospital de alta complejidad porque nacieron en otro lugar", agregó.

Ante esta situación, Álvarez Rivero volvió a pedir la palabra, pero su turno quedó casi para el final del debate: "Fui malinterpretada. Porque los chicos que se operan en el Garrahan no tienen nada que ver en esta discusión, por supuesto", aclaró.

"No podemos dejar de entender que la competencia es provincial, y que haya un hospital pagado por todos... Hay que decir la verdad: le provee más servicios a la Ciudad y al AMBA. Esa es la mayoría. Esa es la atención mayoritaria", insistió.

Ya había protagonizado otra polémica

La senadora del PRO ya había protagonizado otra polémica reciente cuando, en julio pasado, intentó dar por finalizada una reunión de la Comisión de Trabajo -que ella preside- para impedir que se traten los proyectos de moratoria previsional y aumento excepcional para los haberes jubilatorios. 

En una actitud que sorprendió incluso a senadores de su partido, dijo que daba por levantada la comisión, tomó sus papeles y emprendió su retirada de la sala. Segundos después, sin embargo, tuvo que volver a su asiento, al notar que sus palabras solo habían generado rechazo y que la reunión iba a continuar en su ausencia.