NADIE 2 6 puntos
(Nobody 2; Estados Unidos, 2025)
Dirección: Timo Tjahjanto.
Guion: Derek Kolstad y Aaron Rabin.
Duración: 89 minutos.
Intérpretes: Bob Odenkirk, Connie Nielsen, John Ortiz, RZA, Colin Hanks, Christopher Lloyd, Sharon Stone.
Estreno en salas de cine.
Vehículo para Bob Odenkirk, fresquito de su notoriedad como Saul Goodman en el spin off de Breaking Bad, Nadie recuperó las salvajadas del cine de acción más extremo con el humor físico ídem, una pequeña piedra semi preciosa del cine más popular que pueda imaginarse. En ella, un hombre de familia llamado Hutch Mansell soportaba una serie de humillaciones hasta que la tapa de su olla saltaba por el aire, destapando habilidades ocultas hasta ese momento. Así, con ambiciones que, a mucha honra, no iban más allá de ofrecer un digno entretenimiento, la película del ruso Ilya Naishuller resultaba una mezcla de la saga John Wick –a su vez deudora de toda una raza bien oriental de cine de artes marciales– y las comedias de acción de décadas pasadas. Sin estar a la altura de la original, en parte por la pérdida de eso que suele llamarse “originalidad”, Nadie 2 ofrece más de lo mismo, aunque eso alcanza y sobra para mantener las cosas en movimiento durante exactos 89 minutos.
Para la secuela fue contratado el realizador indonesio Timo Tjahjanto, director de esa salvajada llamada Headshot (2016), garantizando así las dosis de golpes, patadas y heridas cortantes necesarias para el combo. Film de coreografías, como todo miembro de este selecto club cinematográfico, Nadie 2 comienza como la original: los días de la semana pasan y Hutch lo único que hace es trabajar. Sólo que ahora su empleo ha vuelto a ser el que antes ocultaba: el de un hombre que lleva a cabo “encargos” que suelen incluir la violencia y el asesinato. Para darle un descanso al cuerpo y la mente, y evitar una posible separación matrimonial, el hombre decide irse unos días de vacaciones con la familia a aquel parque acuático que marcó su infancia. Desde luego, a poco de llegar algo ocurre y lo que parecían unas jornadas de relax familiar terminan convirtiéndose en una aventura muy peligrosa, con piñas, mutilaciones, metrallas y explosiones de envergadura. Todo bañado con un sentido del humor que forma parte esencial de esta saga (seguramente habrá más entregas en el futuro).
Parte del peso cómico vuelve a darse por la contradicción entre la figura de Odenkirk, de mediana edad y contextura poco muscular, y sus envidiables virtudes para la defensa y el ataque personales. Hay varios “secretos” que afloran en esta segunda parte, donde todos parecen haberlo pasado bomba. Comenzando por el protagonista, que es acompañado nuevamente por Connie Nielsen como su paciente esposa, y a quienes se suma el legendario Christopher Lloyd, en el rol del padre de ese “Don Nadie” que es muchas cosas, y Sharon Stone en el rol de una villana de guardarropía absolutamente disparatada. Directa, dueña de un ritmo incansable y una capacidad de violencia catártica tamizada por el viejo y querido slapstick, Nadie 2 nunca pretende ser lo que no es, pero lo que sí es lo lleva con orgullo en el pecho.