A horas del inicio formal de la campaña electoral, el exgobernador Juan Schiaretti hizo una demostración de fuerza en territorio propio: montó este martes un acto en un hotel cordobés donde se mostró junto a más de un centenar de jefes y jefas municipales no peronistas que respaldan su candidatura a diputado nacional por Provincias Unidas, el espacio que forjó junto a cinco gobernadores que hace su debut electoral en la legislativa de octubre pero con la mirada puesta en la presidencial de 2027 como una opción de centro frente al mileismo y al kirchnerismo. “Lo nuevo en estas elecciones es la irrupción del interior productivo: gente que trabaja, que empuja, que quiere solidaridad y progreso. En Provincias Unidas convivimos radicales, peronistas, PRO, vecinalistas y socialistas, unidos por una Argentina de producción y trabajo, lejos de los extremos que dañan al país", lanzó Schiaretti en el acto donde sumó músculo político entre la dispersión opositora en la provincia y ante el desafío de vencer en Córdoba a La Libertad Avanza en las legislativas nacionales para que su apuesta nacional no se diluya.
Para los organizadores del acto proselitista, el coqueto Hotel Quórum de las afueras de la ciudad de Córdoba hubo 130 intendentes con origen en otras fuerzas políticas por fuera del oficialismo provincial para apoyar la candidatura de Schiaretti. Del total de los presentes, la mayoría –“unos 80″, según sus propios cálculos– ganaron sus municipios con el sello de la UCR en los comicios municipales que se realizaron en 2023, pero que ahora no quieren atar su suerte política a un radicalismo provincial (y nacional) fracturado y disperso. Reniegan de sus correligionarios colaboracionistas con el Gobierno libertario y buscan sostener cierta identidad partidaria mezclados en la novel y variopinta alternativa electoral.
Rejunte de intendentes
Se trata del grupo de intendentes extrapartidarios que tiene un aceitado vínculo con el Panal (como se denomina a la sede de la gobernación cordobesa) a través del ministro de Gobierno, Manuel Calvo, organizador del evento y jefe de campaña de Provincias Unidas. El reclutamiento de los dirigentes de la UCR está en manos, además, de Orlando Arduh, el funcionario provincial de origen radical que trabaja bajo la órbita de Calvo. Emiliano Paredes, intendente radical de Tanti y candidato de Provincias Unidas en Códoba (en el puesto noveno y sin chances de llegar a la Cámara de Diputados de la Nación), se encargó de valorar en el acto la apuesta del gobernador cordobés Llaryora de “unir a dirigentes de todos los partidos”. “Tenemos un gobernador que nos incluye. No nos vengan a separar. Basta de grietas”, manifestó el jefe comunal boina blanca.
También fue de la partida en el Hotel Quórum una parte de los integrantes del Comupro, el agrupamiento que representa institucionalmente a los intendentes e intendentas del PRO y del vecinalismo. El sector que le dio la espalda a la sociedad del macrismo con los libertarios.
En su discurso proselitista, Schiaretti se paró en la avenida del medio que hace tiempo intenta ensanchar. “Lo importante es unirse para mejorar la vida de la gente. Eso es lo que expresa Provincias Unidas: la unión de quienes queremos progreso y movilidad social ascendente. No importa de dónde venimos, sino hacia dónde vamos juntos”, dijo el ex gobernador y candidato.
También le apuntó al peronismo referenciado en CFK. “El kirchnerismo no puede volver porque ya volvió con Alberto Fernández y fue un desastre”, afirmó para luego agregar: “Dato mata relato. Su esencia es feudal. Progresista no es quien recita consignas a la gente si no el que genera condiciones para mejorarle la vida”.
Del presidente Javier Milei –-al que Schiaretti le aportó funcionarios en sus comienzos en la Casa Rosada-- dijo que está haciendo “un ajuste a los hachazos”, le cuestionó que nadie en la gestión libertaria hable “de empleo o de producción” y culpó al Gobierno mileista de promover “una timba financiera”.
“Martín fue capaz de ampliar la base de sustentación de este proyecto político que fundó mi amigo José Manuel de la Sota. Felicitaciones por liderar esa renovación y transformación”, valoró Schiaretti de Llaryora, quien también colaboró en el hilvanado de la coalición electoral al que aportan los gobernadores de la implosionada alianza macrista de Juntos por el Cambio, como Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Ignacio Torres (Chubut) y Carlos Sadir (Jujuy), además del santacruceño Claudio Vidal (Santa Cruz).
“Estamos en un momento histórico. Necesitábamos de una coalición distinta, que nace del interior productivo con una nueva visión por fuera de las confrontaciones”, planteó Llaryora y le agradeció a sus nuevos socios políticos en el cierre del acto: “Gracias por la coherencia. Algunos se preguntan si este armado seguirá. Estas son las nuevas coaliciones. A la Argentina le faltaba una coalición de centro, con mirada desde el interior”.
Con sus nuevos aliados, Llaryora busca blindar con peso territorial al cordobesismo de la amenaza libertaria en la elección de octubre. Y Schiratti abrirle camino a su nueva aventura nacional.
Una de las frases que dejó el encuentro, que da cuenta de cómo los gobernadores apuestan al camino del medio, la soltó Calvo, el armador de Schiaretti. “Queremos superávit fiscal con la gente adentro”, planteó, en un mix ideológico que casi parafrasea al mismo tiempo a Milei y a Máximo Kirchner.