La salud de Pablo Grillo entró en un "impasse" y el joven fotógrafo baleado por la Gendarmería Nacional durante una marcha de jubilados en marzo continúa en estado delicado, según explicó su padre, Fabián, en una entrevista con la 750 este miércoles.

“Acá estamos, esperando el informe de los neurocirujanos”, dijo Fabián. En concreto, buscan saber cómo evoluciona Pablo luego de la séptima cirugía que le hicieron tras el ataque, una craneoplastia, y de una intervención menor a la que fue sometido este martes en la que le cerraron la válvula por donde pasa el líquido cefalorraquídeo, que nutre y limpia el cerebro y la médula espinal.

“Estrangularon el caño de drenaje para que no drene, porque estaban viendo que estaba en una situación donde estaba medio aletargado y parecería que estaba drenando demasiado líquido cefalorraquídeo”, explicó Fabián.

Y añadió: “Puede ser que la válvula estaba funcionando mal. Le van a hacer estudios y hoy le harán una tomografía para ver si se está completando esa expansión del cerebro. Claro que no es fácil. Es difícil. Pero no queda más remedio, hay que darle para adelante”.

Hasta este punto, Pablo “venía teniendo una buena evolución y la craneoplastia, la colocación de la prótesis, estaba prevista para esta fecha”. “Pero se pretende que con esto normalice mucho de su situación”, afirmó.

Según precisó el familiar el fotógrafo, “el cerebro, hasta ahora, estaba aplastado”. Estaba sin cráneo. Ahora se pretende que el cerebro se reubique en su lugar normal”, afirmó.

En este momento Pablo ahora está internado en terapia intensiva. Su cuadro clínico es “óptimo” y su evolución “buena”, ya que la reacción a la operación fue sin fiebre ni síntomas de rechazo. Sin embargo, explicó Fabián “el cuadro que está en un impasse es el cuadro neurológico”.

Cómo avanza la causa judicial

Por otro lado, Fabián habló sobre la evolución de la causa judicial y aseguró que, según le explicaron, hasta ahora se está dando con normalidad y con la enorme expectativa de la declaración, la semana próxima, de la declaración del cabo Guerrero, identificado como el autor del disparo.

“Estamos expectantes con eso. Yo no estoy acostumbrado a estos temas judiciales. Para mí todo es muy lento, pero todo el mundo me dice que es rápido. La justicia tiene tiempos que no son los humanos”, afirmó.

Y añadió: “A veces son muy rápidos y a veces muy lentos. Por lo que me dicen, está avanzando en tiempo. Que cuatro meses para un llamado a indagatoria es rápido”.

En tanto, sobre el trasfondo, explicó: “En este caso lo probado en forma directa es el accionar del cabo Guerrero. Después veremos a quién responde y a partir de qué orden y en qué contexto accionó”.

“Porque hay casos en los que hay órdenes y hay omisiones. Lo vieron disparar mal y no le dijeron nada. La estrategia judicial está centrada en el accionar directo del cabo. A partir de ahí, se verá”, concluyó.

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