Un proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados busca poner en la discusión legislativa a la menopausia y el climaterio, una etapa que no existe en las políticas públicas y deja a las mujeres sin acompañamiento ni información vital para poder transitarla de la mejor manera. La iniciativa, impulsada por el diputado Esteban Paulón y acompañada por Mónica Fein --ambos socialistas--, propone garantizar derechos vinculados a la salud, la información, el trabajo y la educación. “Se trata de reconocer el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y a transitar esta etapa con información, acompañamiento y respeto”, destacó Paulón en diálogo con Página 12.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que hay más de 1.000 millones de mujeres y otras personas con útero atravesando el climaterio en todo el mundo. En el caso de Argentina, son alrededor de 5 millones. Y están invisibilizadas para las políticas públicas.
En los fundamentos del proyecto se advierte que, a diferencia de otras etapas del ciclo reproductivo como la menstruación, el embarazo o la lactancia, la menopausia no ha sido incorporada como un tema de interés público. Esa invisibilización, señalan Paulón y Fein, “constituye una forma de violencia simbólica que niega su existencia y su dignidad”.
Entre las medidas más destacadas, el proyecto incorpora la cobertura de tratamientos en el Programa Médico Obligatorio (PMO), crea una licencia laboral especial de hasta 30 días por climaterio severo y establece el derecho a solicitar ajustes razonables en los puestos de trabajo. También modifica la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) para incluir contenidos sobre menopausia y climaterio en todos los niveles educativos, y obliga a las carreras de salud a sumar formación específica en la materia.
“En los últimos años se avanzó mucho en la incorporación de la salud integral de las mujeres, desde los derechos sexuales y reproductivos hasta la legalización del aborto, debates impulsados sobre todo por el movimiento de mujeres frente a una sociedad machista que dificulta su visibilización. Este desafío se vuelve aún más fuerte en torno a la menopausia, etapa muchas veces desvalorizada por no estar ligada a la capacidad reproductiva, considerada un mandato cultural central”, señaló Paulón.
La iniciativa busca además erradicar la discriminación y los prejuicios en torno a estas etapas, y en esa línea, establece la realización de campañas de sensibilización social y la producción de datos oficiales que permitan diseñar políticas públicas basadas en evidencia. El Ministerio de Salud será la autoridad de aplicación, junto a otros organismos nacionales y un Consejo Asesor con participación de la sociedad civil, la academia y colectivos de personas que transitan la menopausia.
“Creemos que es importante que sea un tema de debate público para poder darle la jerarquía que tiene pero también políticas públicas en el ámbito de la salud para garantizar los tratamientos médicos que sean necesarios y el acompañamiento profesional, pero para eso se requiere que capacitación de los profesionales médicos específicamente en esta temática”, indicó Paulón a este diario.
En relación al ámbito laboral, consideró que “es importante entender que las mujeres que atraviesan esta etapa están activas laboralmente y poder acompañarlas también en esos espacios para combatir cuestiones como el estigma o la discriminación”.
El proyecto fue elaborado, detalló Paulón, en consulta con sociedades médicas y referentes del tema.
Es el segundo proyecto en la historia argentina que se presenta sobre la temática en el Congreso. El primero, fue una iniciativa de la exdiputada del Frente de Todos María Rosa Martínez que propuso una Ley de “Atención y Abordaje Integral de la Menopausia y el Climaterio”. Ahora, Martínez, que es senadora bonaerense, promueve en el ámbito de la provincia un proyecto que ya tiene media sanción en la Legislatura.
No hay estudios en el país que determinen el costo que implica a las mujeres atravesar este ciclo de la vida, pero la Primera Encuesta Provincial sobre Climaterio y Menopausia (realizada por la Defensoría del Pueblo bonaerense y el colectivo No Pausa en 2021) permite dimensionar los impactos que puede tener en el cuerpo, los vinculos y el desarrollo de las actividades cotidianas. Más del 90% de las la personas encuestadas manifestaron haber experimentado algún signo asociado a la menopausia, entre los que se destacan los cambios en el estado de ánimo, los dolores de cabeza, sofocos/calores y resequedad vaginal. Un dato muy significativo es que casi el 36 por ciento de las posmenopáusicas y la mitad de las premenopáusicas indicaron no haber hablado con profesionales de la salud, pese a haber atravesado los signos corporales mencionados que afectan la calidad de vida. En relación a las opiniones sobre el rol que debería cumplir el Estado, más del 90 por ciento de las encuestadas coincidieron en que debería garantizar tanto el acceso a tratamientos y seguimientos necesarios/adecuados, como la promoción de información sobre el tema y la urgencia de generar políticas públicas.
La iniciativa se enmarca en una tendencia global de reconocimiento de la menopausia como una cuestión de salud pública y derechos. En América Latina, países como Brasil, Chile, Uruguay y México han elaborado algunas guías clínicas y lineamientos sanitarios, mientras que Paraguay y Costa Rica comenzaron a dar sus primeros pasos. A nivel internacional, la OMS y la OPS impulsan un enfoque integral para esta etapa, y la ONU la incluyó en la Década del Envejecimiento Saludable (2021–2030).
En Europa, el Reino Unido implementó el programa “Menopause Workplace Pledge”, al que adhirieron más de 1.700 instituciones públicas y privadas, y creó un grupo asesor específico para incidir en políticas laborales. España avanzó en 2023 con la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva, que incorporó la atención a la menopausia como prioridad, y en 2025 lanzó la campaña nacional “Hablemos de menopausia” para romper tabúes y promover derechos. Francia, por su parte, discute la creación de licencias remuneradas y la cobertura obligatoria de tratamientos hormonales.
En Canadá se desarrolla la campaña “Menopause Works Here”, que apunta a transformar la cultura laboral, con un enfoque inclusivo e interseccional.
En esta línea, la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y la International Menopause Society (IMS) --entidad que reúne a los más destacados expertos y expertas en la temática-- han subrayado la importancia de empoderar a las mujeres con información científica y accesible, y a la vez, brindando opciones de abordaje y asegurando que las decisiones terapéuticas sean personalizadas, seguras y respetuosas, indicó Paulón. “Estas entidades también han alertado sobre la exclusión histórica de mujeres posmenopáusicas en la investigación biomédica y han llamado a subsanar esa deuda estructural”, dice el proyecto en sus fundamentos.
De aprobarse, la ley colocaría a la Argentina a la vanguardia regional en materia de derechos vinculados a la menopausia y la perimenopausia.