La diva de Hollywood Jayne Mansfield murió en un trágico y truculento accidente de tránsito el 29 de junio de 1967. En el asiento trasero iba su hija menor, Marishka Hargitay, que entonces tenía apenas 3 años y sobrevivió junto a sus hermanos. Tras una vida marcada por la ausencia de su madre y llena de incógnitas sobre ella, dirigió el documental My Mom Jayne, recientemente estrenado en HBO Max, para reconstruir su vínculo desde los escombros.

En el pico de su popularidad, a fines de los años ’50, Jayne Mansfield fue bautizada como “la Marilyn Monroe de los pobres”. Su personaje de bomba sexual y rubia tonta estaba claramente construido a imagen y semejanza de Monroe, pero llevado al extremo, sin sutilezas ni espacio para el misterio o vulnerabilidad. 

En un negocio despiadado como el de Hollywood, Mansfield había encontrado en esa persona hiperbólica una posibilidad de vida. Nacida como Vera Jayne Palmer el 19 de abril de 1933 en Bryn Mawn, Pennsylvania, llegó a Los Angeles en 1954 buscando convertirse en una estrella. 

Estudió actuación en la Universidad de California (UCLA) y rápidamente encontró trabajo en televisión. En 1955 fue elegida Playmate de la revista Playboy y obtuvo el papel protagónico en la obra de teatro “Will Success Spoil Rock Hunter?” y en su adaptación a cine de 1957. El éxito del film la convirtió en objeto de deseo y estableció para siempre su estatus como sex symbol. Su característica voz aguda, sonrisa iridiscente y sex appeal le valieron montones de roles que la encasillaron en el papel de rubia tonta. 

La sorpresiva muerte de Marilyn Monroe en 1962 la hizo recapacitar sobre sus decisiones profesionales y quiso cambiar su imagen, pero ya era demasiado tarde y al público no le interesaban su opinión o sus habilidades artísticas.

Jayne Mansfield se casó tres veces y tuvo cinco hijxs. En mayo de 1950 se casó con Paul Mansfield y tuvo a su hija Jayne Marie Mansfield. Su segundo esposo fue Mickey Hargitay, con quien se casó en enero de 1958 y tuvo a: Miklos Hargitay, Zoltan Hargitay y Marishka Hargitay. 

Se casó por tercera vez con Matt Cimber en septiembre de 1964 y tuvo a su último hijo, Antonio Raphael Ottaviano Cimber. A pesar de la imagen de sueño americano de numerosa familia que proyectaba en su famosa mansión, el “Palacio Rosa”, ubicado en Sunset Boulevard, Beverly Hills, para fines de los ’60 el brillo de su estrella comenzaba a apagarse. 

Ante la escasez de oportunidades en Hollywood, comenzó a presentarse en clubes nocturnos. Por aquel entonces, en 1966, Mansfield se vinculó con Anton LaVey, líder y fundador de la Iglesia Satánica en un episodio que inspiró el documental Mansfield 66/67 de 2017. Dicen las malas lenguas que Jayne acudió a LaVey para pedirle que maldijera a su último novio, el abogado Sam Brody. Desgraciadamente, la maldición se cobró la vida de ella también. 

La fatídica madrugada del 29 de junio de 1967, ambos viajaban camino a Nueva Orleans cuando se produjo el accidente fatal: el auto chocó contra la parte trasera de un camión y Brody y Mansfield murieron en el acto. Durante años corrió el rumor de que Jayne había muerto decapitada en el choque, pero esto fue porque su peluca salió volando y algunos noticieros la confundieron con su cabeza.

En My Mom Jayne, Marishka Hargitay (Olivia Benson en La ley y el orden UVE) se dispone a reconstruir el vínculo con su madre, a quien conoció gracias a la fama que había cosechado en vida y el recuerdo sus fans, mayormente hombres homosexuales, que se encontraban periódicamente para rendirle homenaje y la convocaban como invitada de honor. 

En aquellas reuniones, Hargitay tomó contacto con el estatus de ícono gay de su madre, pero lejos de sentirla más cerca, se sintió más alienada. Tuvieron que pasar muchos años para que pudiera superar los prejuicios sobre su madre y buscar establecer un vínculo, que es el objetivo de My Mom Jayne

Como suele suceder en este tipo de trabajos, la protagonista termina siendo la propia Marishka Hargitay y el documental narra su viaje interior para reconciliarse con su madre y los secretos que se llevó a la tumba. La empresa resulta exitosa y, al exhumar el recuerdo de Jayne, consigue revelar una imagen de ella que hasta ahora permanecía oculta, ya no la rubia tonta y sex symbol, sino la mujer detrás del mito.