Un tribunal federal de California declaró ilegal la orden del gobierno de Donald Trump para desplegar a efectivos de la Guardia Nacional y marines en la ciudad de Los Ángeles para contener las protestas que se habían desatado como respuesta a las redadas migratorias. El juez responsable de la causa, Charles Breyer, concluyó que la administración central violó una ley del siglo XIX que prohíbe el despliegue de fuerzas militares en suelo estadounidense para cuestiones internas de seguridad, por lo que no puede recurrir a ninguno de los efectivos que puedan seguir aún en California.
"Los demandados violaron la ley"
La norma federal en cuestión prohíbe el uso del Ejército y la Fuerza Aérea para labores de aplicación de la ley a nivel nacional, salvo en los casos expresamente autorizados por la Constitución o por una ley del Congreso. "El juicio demostró que los demandados utilizaron sistemáticamente soldados armados (cuya identidad a menudo era ocultada por armaduras de protección) y vehículos militares para establecer perímetros de protección y bloqueos de tráfico, ejercer control de multitudes y, en general, demostrar una presencia militar en los alrededores de Los Ángeles. En resumen, los demandados violaron la Ley Posse Comitatus", aseguró el juez Breyer.
Breyer ordenó a la Casa Blanca que tiene prohibido "desplegar, ordenar, instruir, entrenar o utilizar a la Guardia Nacional actualmente desplegada en California, así como a cualquier tropa militar previamente desplegada en California". El magistrado matizó que, entre otros asuntos, no podrán participar "en arrestos, detenciones, registros, incautaciones, patrullas de seguridad, control de tráfico, control de multitudes, control de disturbios, recolección de pruebas, interrogatorios, o actuar como informantes". La prohibición se extenderá hasta que la administración de Trump "cumpla con los requisitos de una excepción constitucional o legal válida".
El juez Breyer respondió así a una denuncia presentada en junio por el gobernador estatal, Gavin Newsom, quien había acusado a Trump de excederse en sus competencias por razones de índole política, en un pulso entre la administración federal y la local que se trasladó en los meses posteriores a otros escenarios como Washington DC. De todas formas, la orden judicial de Breyer no entraría en vigor hasta el 12 de septiembre, lo que puede dejar una puerta abierta para que la Corte Suprema, de mayoría conservadora, se pronuncie sobre el caso.
"Ningún presidente es rey"
Trump alegó que el despliegue de la Guardia Nacional había sido esencial para controlar unas movilizaciones que, según él, estaban ya fuera de control en Los Ángeles. Del mismo modo presumió de que el envío de tropas a Washington contribuyó a reducir la tasa de criminalidad. "DONALD TRUMP VUELVE A PERDER", escribió el gobernador Gavin Newsom en la red social X, tras conocerse el fallo del martes.
"Hoy el tribunal falló a favor de la democracia y la Constitución. Ningún presidente es rey, ni siquiera Trump, y ningún presidente puede pisotear el poder de un estado para proteger a su pueblo", dijo Newsom más tarde en un comunicado. El gobernador californiano subrayó que por meses había estado advirtiendo que el mandatario republicano ha estado infringiendo la ley al crear "una fuerza policial nacional" con él como jefe.
El fiscal de California, Rob Bonta, dijo que durante más de dos meses Trump "incurrió en un teatro político", al utilizar a las tropas de la Guardia Nacional y a unos 300 miembros de la infantería de Marina de EE.UU. "como peones" para impulsar su agenda antiinmigrante. Aunque el Pentágono suspendió la mayoría de esas operaciones, cientos de efectivos de la Guardia Nacional permanecen activos en el sur de California. El fallo marca una importante victoria para Newsom, que se muestra como la figura demócrata más destacada en oposición a Trump, y se da en medio de la expectativa del envío de soldados a Chicago, otro bastión demócrata.
"La ciudad más peligrosa del mundo"
Trump prometió este martes resolver rápidamente "el problema de la criminalidad" en Chicago, ciudad a la que calificó como "la más peligrosa del mundo, por lejos". "Voy a resolver el problema de la criminalidad rápido, como lo hice en DC", dijo Trump en referencia al despliegue de reservistas de la Guardia Nacional en las calles de la capital, Washington.
Luego de su incursión en Los Ángeles en junio y en Washington a mediados de agosto, la administración Trump amenazó con enviar a agentes federales de la policía y de la Guardia Nacional a otras grandes ciudades de mayoría demócrata, como Chicago, Nueva York, Baltimore y Boston. Los demócratas alertaron el domingo sobre una "invasión" de militares en Chicago.
El gobernador demócrata de Illinois, JB Pritzker, opuesto al presidente republicano al que ya había llamado "dictador", acusó a Trump de poner en peligro las elecciones legislativas de medio mandato de 2026 con ese despliegue. "Pritzker necesita desesperadamente ayuda, solo que aún no lo sabe", escribió Trump este martes en su red Truth Social.
El presidente mencionó cifras de criminalidad en Chicago, la tercera ciudad de Estados Unidos, según las cuales 54 personas recibieron disparos en el último fin de semana largo, y ocho de ellas murieron. Los dos fines de semana anteriores registraron estadísticas similares, según la publicación de Trump. "Chicago será segura de nuevo, y pronto", afirmó el magnate republicano, quien continuó con una provocadora publicación en mayúsculas: "¡CHICAGO ES LA CAPITAL MUNDIAL DEL ASESINATO!".