“No hay nada que celebrar”, sostienen desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), en el marco del Día de la Industria. Desde el organismo estiman que el modelo económico generó el cierre de unas 1.500 pymes en Santa Fe y alertaron sobre su impacto en industrias como Acindar, Vasalli o Verónica, entre otras. “En Santa Fe tenemos empresas con graves problemas de norte a sur”, evaluó Juan José Sisca, referente local del organismo. En tanto, desde la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) analizan que la situación es “compleja” en la mayoría de las ramas industriales, que registran niveles más bajos que años atrás. “En promedio estamos un 10% abajo de lo que son los años anteriores”, explicó Javier Martin, presidente de la entidad.
Este martes se conmemora el Día de la Industria y las principales entidades industriales coinciden en que el panorama no es bueno. Por medio de un comunicado, desde Apyme señalaron que “no hay nada que celebrar” y hablaron de un “industricidio” impulsado por el modelo económico del gobierno nacional. “Al cabo de más de un año y medio de gestión libertaria, prácticamente todos los rubros industriales quedaron atenazados entre un proceso de suba de costos en dólares, apertura indiscriminada de importaciones, caída del salario real y destrucción de mercado interno, principal motor de la economía local y regional”, señala el documento.
Desde el organismo entienden que, desde el inicio del gobierno de Javier Milei, se tomaron medidas que destruyen al mercado interno, al que abastecen las pymes. Ese contexto, sumado a la apertura de importaciones, el atraso cambiario, y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones generan un “combo fatal” para las industrias. “Cerraron más de 15 mil pymes en el país y se caen puestos de trabajo. En la provincia se calculan que hay alrededor de 1.500 empresas que han cerrado”, evaluó Juan José Sisca, referente rosarino de Apyme, a Rosario/12.
Para el dirigente, el impacto en la provincia se dimensiona mirando lo que pasa en las industrias más grandes, o con mayor espaldas que las pymes, como sucede con Acindar. La semana pasada, la firma paralizó su producción en la planta de Villa Constitución y sus trabajadores señalan que la empresa sufre las consecuencias del freno de la obra pública y la importación de acero de Brasil. En la localidad de Firmat, los trabajadores de Vasalli también se mantienen en alerta y denuncian que la empresa adeuda los sueldos desde julio, incluidos el medio aguinaldo y los aumentos paritarios. La situación se repite en otras firmas.
“En Santa Fe tenemos empresas con graves problemas de norte a sur. Los casos de Acindar, que está con gente suspendida, y de Vasalli que los empleados están sin cobrar hace meses, aparecen como los más resonantes. Pero también tenemos situaciones complejas en Celulosa Argentina, Algodonera Avellaneda o Lácteos Verónica”, describió Sisca. “Con este modelo económico no hay ninguna posibilidad para las pymes. Todas las medidas adoptadas por el gobierno apuntan al enfriamiento de la economía y eso impacta en el mercado interno, que es a donde las pymes atendemos”, añadió.
Nuestra industria
Por su parte, desde la Fisfe también reconocen que la situación es compleja. “Tenemos unas pocas ramas que están apenas mejor que el año pasado, pero la mayoría se mantiene igual o peor. En promedio estamos un 10% abajo de lo que son los años anteriores”, explicó Martin, en diálogo con Rosario/12. “El 2024 tuvimos una caída en el primer semestre y una recuperación en el segundo. Durante el 2025 lo que vemos es un estancamiento que conlleva un estrés económico y financiero para muchas pymes, por el bajo nivel de actividad que se ha mantenido durante tantos meses”, añadió.
El industrial santafesino hace un análisis similar al de Apyme: bajas ventas, combinadas con aumentos importantes en los costos, sumado a la apertura de importaciones, que golpean al sector. “Eso nos genera mucha preocupación de cara al segundo semestre del 2025”, expresó y agregó: “Si bien es un avance la estabilización de la inflación, no es suficiente. Tenemos que trabajar para tener una industria competitiva que pueda exportar y generar divisas, pero corrigiendo las asimetrías que hoy por hoy nos generan un costo argentino muy elevado”.
Desde la entidad manejan números parciales que prevén un 2025 que finalizará con menos empresas en actividad que el año pasado, a nivel nacional. A nivel provincial, lo que estiman es la pérdida de unos 3 mil puestos de trabajo industriales y unos 5 mil empleos formales. “Se perdieron empleos sobre finales del año pasado y al principio de este año”, sostuvo Martin. “Eso sin desoír lo que pasa es casos emblemáticos que tenemos en la provincia, como Acindar, Verónica, Sancor, que han golpeado mucho porque son empresas muy grandes. Hay que estar muy atento porque en este contexto recesivo, el desempleo que se genere no tiene muchas posibilidades de reinserción laboral”, lamentó.
Por último, el referente de Fisfe volvió a manifestar su preocupación por la decisión del gobierno nacional de habilitar la importación de maquinaria usada, una medida que impacta de lleno en Santa Fe y su polo de producción de maquinaria agrícola, ubicado en la zona de Las Parejas, Las Rosas y Armstrong. “No tiene sentido permitir el ingreso de maquinaria usada, además de que conlleva un deterioro tecnológico, riesgos en seguridad alimentaria e incluso el ingreso de algún tipo de contaminación”, expresó y agregó: “Nosotros creemos que Santa Fe tiene un potencial muy importante para pensar en una industria competitiva, con alto valor agregado y conocimiento. Necesitamos políticas industriales para transformar esa potencialidad en realidad”.