Amalia Granata y Felipe Michlig protagonizaron otro chispazo más en la Convención de la reforma constitucional. Si bien los entredichos entre la diputada y el senador –ahora ambos como convencionales– viene de arrastre, anteayer volvieron a enfrentarse. Ella haciendo gala de su estilo propio de panelista y pinchando donde sabe que duele; y él tratando de doblegarla ejerciendo su rol de presidente de la asamblea.
Esta vez empezó con la legisladora de Somos Vida y Libertad calzándose en la sesión una gorra con una sola palabra como leyenda en la frente: "Sinvergüenzas". El calificativo no tenía destinatarios explícitos, pero hizo falta si quien portaba la gorra era quien ha sostenido desde el vamos que esta reforma constitucional es una acción amañada por el oficialismo solo para conseguir la reelección de Maximiliano Pullaro.
Michlig se empecinó en advertir a Granata que se quite esa prenda, y se negó a otorgarle el uso de la palabra hasta que la convencional cediera. Ella finalmente guardó la gorra pero luego de asegurarse que hubo registro de imágenes del momento, tal como la foto que ilustra esta nota.
La tirria entre ambos cuenta enfrentamientos bravos. El presidente de la Convención llegó a tildarla de "atorranta", y la diputada relaciona cada vez que puede a Michlig con corrupción.
Después de bajar la gorra, Granata le dedicó su intervención al propio Michlig, quien había ensayado por redes sociales unas disculpas por el exabrupto contra el libertario Nicolás Mayoraz –"A este tipo lo voy a cagar a trompadas", dijo– que se escuchó en todo el recinto por culpa de un micrófono abierto. "No le creemos sus disculpas porque no son sinceras. Pueden tapar la prensa porque le pagan a todos los medios con el bolsillo de todos los santafesinos; el gobernador acá sentado tiene comprada a toda la prensa de Santa Fe. Pero esto tomó trascendencia nacional, y usted al verse como el violento que es se vio obligado a pedir disculpas, pero no son sinceras", machacó Granata.
La legisladora volvió a cargar contra el control de mayoría que ejerce el frente Unidos en la Convención. "El destrato y ejercer poder sobre otro también es otra forma de maltrato. Ustedes dicen que hay muchos que degradan esta convención; para mí estos son estos los que tienen causas cajoneadas en la Justicia o los que salen escapando en lancha para tapar un delito, o tienen escuchas telefónicas de cuando eran ministro hablando con fiscales para que le tapen una causa por narcotráfico", disparó.
"Les molesta que usemos la palabra hipócritas, degenerados fiscales y sinvergüenzas –concluyó Granata–. Qué raro que a Unidos, que gobierna hace más de 20 años la provincia, no le molesta las palabras pobreza, inseguridad, narcotráfico, etc. Dejen de hacerse los buenos. Aunque quieran disfrazarla, esta convención sigue de espaldas a la gente y solo tendrá las firmas de Unidos".