Liberia ya tiene presidente para los próximos seis años, y es una gloria del fútbol de las últimas décadas. George Weah, el mítico delantero que brillara en el Milan, se impuso en el ballotage disputado el martes. El lento recuento concluyó con un 61,5 por ciento de los votos para Weah frente al 38,5 del vicepresidente Joseph Boakai. El ex jugador asumirá el 22 de enero en lugar de la Premio Nobel Ellen Johnson Sirleaf, en lo que será el primer cambio de gobierno en paz en más de 70 años.

Weah, de 51 años, había pegado el salto a la política tras retirarse en 2003. Al acabar la segunda guerra civil liberiana en 2005, se presentó a la presidencia y perdió con Johnson Sirleaf. Seis años más tarde, desistió de encabezar una fórmula, y fue como vice de Winston Tubman, en unas elecciones que marcaron la reelección de la mandataria, el mismo año que recibió el Nobel de la Paz.

Liberia es un país ubicado en la costa oeste de África, de habla inglesa. En 1822 se envió allí a esclavos libertos desde los Estados Unidos y la capital fue bautizada como Monrovia, en honor a James Monroe, el presidente norteamericano de aquel momento. En las últimas décadas, el país estuvo marcado por dos guerras civiles, la primera entre 1989 y 1996. De ese conflito surgió el gobierno de Charles Taylor, bajo cuyo mandato se desató la segunda guerra civil. Taylor terminó siendo el primer jefe de estado condenado por crímenes contra la humanidad desde el Juicio de Nüremberg. Cumple condena a 50 años de prisión.

El nuevo mandatario es quizás el mayor futbolista de la historia de África, pese a que Liberia nunca clasificó a un mundial. En 1995, el Milan lo compró al París Saint-Germain para reemplazar al holandés Marco Van Basten, que acababa de retirarse. Resultó el reemplazo de un mito por otro. Ese mismo año ganó el Balón de Oro, la primera vez que se otorgó a un jugador africano. En el Milan ganó dos ligas. Siguió su carrera en el Chelsea y el Manchester City de Inglaterra, el Olympique de Marsella y el Al-Jazira de Emiratos Árabes Unidos, donde se retiró y comenzó a soñar con la política.