El presidente de la Federación Industrial de la provincia de Santa Fe (FISFE), Javier Martín, contó por la 750 cómo vive el sector que representa la actualidad del Gobierno de Javier Milei y aseguró que de cara a los próximos años las expectativas son “modestas”.

Tras contar cómo el sector industrial está fuertemente golpeado en su gran mayoría por la gestión neoliberal, dijo: “Yo creo que cuando uno habla con industriales hay dos o tres cuestiones que saltan. Dicen que está bien que se haya ido a un equilibro fiscal y que se reduzca la inflación. Eso es muy importante y da la base para una macro diferente”.

Pero con eso no alcanza, dice el empresario. 

"Tiene que haber una política orientada a la producción. Y eso manifiestan las expectativas. En tanto eso no esté, será difícil. Para el año que viene las expectativas son modestas. Porque gran parte del consumo no está repuntando”.

“Y el consumo en última instancia es gente que está empleada y con el sueldo gasta", agregó. 

Para Martín, mientras no repunte el empleo de calidad la crisis se irá agravando. "Algunos dicen que los nuevos sectores van a generar puestos, pero es a mediano plazo", dijo. Sin embargo, en el corto plazo "tenemos que cuidar los puestos de trabajo", afirmó.

En tanto, sobre la actualidad que vive el sector, dijo, el resultado es dispar: “La federación representa a unas 6 mil empresas. Es difícil hablar de un promedio, porque tenemos un conjunto de ramas de actividad muy variado. Y cada rama tiene una situación parecida y diferente”.

Según explicó, los sectores que trabajan en el rubro del gas y petróleo “están bien”.  “Quizás con menos crecimiento del previsto, pero no están mal”, aclaró. 

Pero dijo: “Algún sector de correería también. Pero después hay un conjunto de industrias atadas al mercado interno que, si comparamos con el año pasado, que fue bastante malo, están un 5 por ciento por arriba. Pero estamos un 10 por ciento por debajo de los años previos”.

“Tenés cinco o seis casos importantes con niveles de actividad muy reducidos. Como puede ser Acindar, SanCor, por distintas características. Son empresas muy grandes. Sufrimos muchísimo el parate de la obra pública. Evidentemente, la caída en el mercado interno le pega a todos”, comentó.

A lo que también sumó un eje en el plano de la competitividad: “Pero también sufrimos otras cuestiones, que son las que decimos que nos generan asimetrías que nos dificultan la competencia. Porque se abrieron las importaciones sin corregir diferencias. Las rutas nacionales están detonadas, no hay mantenimiento. Eso genera un incremento en los fletes. Y nos queda a su vez desarrollar mucho más el transporte fluvial”.

“Después tenemos costos de financiamiento, porque las tasas son incompatibles con cualquier producción. Después, una presión tributaria muy fuerte, que no promueve la producción. Tenemos puestos que se acumulan en cascada, impuestos a las exportaciones. Hay una serie de factores que te complican y que van más allá de la eficiencia y la competitividad interna”, finalizó.