Hay una respuesta médica para conocer qué es este tipo de enfermedad de la que tan poca información circula en particular y tanta otra circula en su representación más decadente. Pero a mí la imagen que me viene cuando pienso en el mal que agarra a algunas personas que empiezan a trastabillar en el hilado de los recuerdos y que insisten con algunas preguntas que vuelven tosca la conversación, es un fantasma bueno que devela lo que se escapa.

Después de ver la película, Lucía Paz habla mientras tiene a su hijo en brazos, que apenas tiene algo más de un año, y él la reclama cada vez que ella emite sonido: quiere teta, quiere atención, quiere jugar. La escena es natural, blanda; no hay presión por sostener los límites de una artista que piensa sobre su obra mientras su criatura la despeina. No hay jerarquía de importancias o separaciones rígidas. La vida de la artista es inclusiva, sabe alojar las escenas que parecen contradictorias y, por el contrario, una cosa y la otra cosa se suceden entre risas y caídas. Hacer una película y pensar cómo se la hizo mientras se realizan las tareas de cuidado —a un hijo, a una madre— parece imposible, pero no lo es y, muy por el contrario, forman parte de un mismo ecosistema. La proyección y posterior conversación se dio en el marco del club de Mujeres que no fueron tapa, que coordinan Lala Pasquinelli, Paila Bisio y Amparo Aguilar y donde un grupo de mujeres se reúne mensualmente a practicar el cine debate. Fue esa tarde que vi la película y escuché a Lucía detenerse a pensar frente a todas nosotras; entonces yo agarré mi cuaderno para anotar: Lucía piensa en cómo quiere que su madre sea vista. En cuidar la mirada. Desarrolla: "La gramática médica sobre la enfermedad es hostil".

Una madre y una hija en un retrato íntimo de los recuerdos familiares. 

Siri Hustvedt dice algo que me viene al pelo y siempre que puedo lo cito porque habla de la imaginación y de la memoria como materias vivas a las que hay que entrar cada vez. La vida pide que entremos a ella. Sobre todo, al principio y al final precisamos dar el paso agarradas de la mano. El camino no es “para allá”, ni recto. Dice: “La memoria no solo es inestable, poco fiable, sino que también es porosa. Los recuerdos no son fijos, hasta el punto de que memoria e imaginación en realidad son una sola facultad. En la memoria no hay delante ni detrás. El recuerdo brota siempre en el ahora, en el tiempo vertical. Y el tiempo recordado siempre está marcado por la imaginación”.

Lucía Paz hace una película urgente porque es urgente mirar otras formas de vincularse cuando las cosas se ponen ásperas. Hacer una película es como hacer lugar, cueva y reparo. Es, después de todo, una película sobre la relación de una madre y una hija y el registro de cómo se va transformando con el tiempo. Es una película vital porque el deseo del encuentro y el deseo de generar nuevas memorias motorizan a la artista. En la película, Lucia mira a su mamá; es algo tan sencillo y tan cabal: no hace una película de su mamá, sino que vuelve posible hacer una película juntas. La película está llena de escenas donde ellas se ríen de pavadas, comen torta, miran fotos y flotan en el agua. El agua aparece a cada rato, como un manto para diluir piedras. ¿Cómo se aprende a flotar? Es algo que hacemos desde antes de convertirnos en bebés y no tenemos memoria de eso. Volver a aprender los gestos innatos, como salir a la superficie a respirar.

Lucía Paz hizo una película con su mamá y ahora, tiempo después, la mira mientras tiene a su hijo encima. Al contrario de lo que parece, no hay interrupción que pueda con el lazo que las une. El poema a la madre es como un dibujo, un corazón, una carta, diversas formas de la ternura que encuentra huequitos para sobrevivir, para decir: Imaginar es posible.

Así como su niño en el futuro le dará ofrendas cuando por fin agarre un lápiz, la cineasta le dedica a su madre una oda. En esa proyección le cuenta un cuento a la hija que fue.

Próximas funciones de Oda amarilla

- Teatro El Globo: Jueves 2/10 a las 16hs. ÚNICA FUNCIÓN.

Especial jornada Asociación Lewy Body Argentina ALBA