El nombre de Pepe Grimolizzi está ligado de manera indeleble a la producción musical y teatral de Rosario. Décadas de trabajo acompañan la trayectoria de Grimolizzi Producciones, cuya tarea ayudó a forjar la fisonomía de una ciudad y su comunidad artística. El histórico productor decide retirarse, y para su despedida, hubo anoche una celebración especial en Teatro El Círculo, con la función del espectáculo Cuando Frank conoció a Carlitos -de Raúl López Rossi y Gustavo Manuel González-, la premiada producción de Buenos Aires, que tendrá también otra función, abierta al público general, hoy a las 20.
“Es una etapa largamente cumplida. Lo consideré después de evaluarlo durante tres años, y con la participación de mi hijo, que quedó al frente de la productora. Ya me había convertido en su ayudante, en un supervisor de todo el trabajo; porque la productora sigue trabajando, muchísimo. Pero decidí transferirle la tarea a él, porque ya son otras generaciones las que trabajan, mucho más jóvenes; y porque cambió el tipo de producción. La tecnología nos llevó por delante a lo que estábamos desde hace tantísimos años, así que consideré oportuno retirarme. Esto no va a significar que vaya a desaparecer. Seguiré viniendo a la oficina, tres horas por día; pero en vez de ser productor artístico seré espectador. La gente me verá en los teatros y demás, pero no participaré más de reuniones comerciales, de planificación, de todo lo que requiere la producción artística. Simplemente, seré una persona de consulta”, comenta Pepe Grimolizzi a Rosario/12.
“Yo trabajé durante años difíciles, muy difíciles, como en la dictadura, teniendo un teatro 0 km en Aureliano, frente al diario La Capital. Tuve prohibiciones, con artistas como Víctor Heredia, que estuvo refugiado en mi casa durante ocho años. Hice experiencia en el exterior. Estuve en la Unión Soviética durante la Perestroika con Cacho Tirao, durante 45 días ofreciendo conciertos desde Moscú hasta orillas del Mar Negro. Estuve en los premios Grammy en las Vegas, con Los Nocheros. He estado en sitios que, realmente, poco conoce la gente; pero también he trabajado desde hace muchísimos años y en un silencio absoluto con la ONG La Higuera; a través de relaciones con Luis Landriscina y con la Fundación Favaloro, conseguimos que se dictara una cátedra de Médico Rural Pediátrico. Son cosas que no han trascendido y que se han logrado a través de las relaciones, algo que me permitió el hecho de trabajar con muchos artistas, y de poder relacionarme con mucha gente en tantos viajes”, continúa.
-Una tarea que suma también el interés por el deporte.
-Así es, fue una instancia paralela la del deporte, porque trabajé mucho tiempo con distintas disciplinas deportivas. Llegué a ser presidente de la Confederación Sudamericana de Natación; fui vicepresidente de Rosario Central, en oportunidad de la Copa Conmebol; hice un partido de tenis entre Guillermo Vilas y Jimmy Connors, una vez retirados; organicé el Campeonato Mundial de Vóley en Rosario y Santa Fe Sub 19; integré el Comité Olímpico durante ocho años, dando charlas. Es decir, hubo mucha actividad durante estos 60 años, y todo eso me lo permitió el espectáculo. Siempre consideré que las disciplinas deportivas, en definitiva, son espectáculos. Unos son artísticos, otros son deportivos; pero espectáculos al fin. En todo caso, la base de lo que hago es la pasión, para mí es tan importante hacer un concierto con Joan Manuel Serrat -como lo hice a partir del año ’69, en su primera visita al país y a Rosario- como trabajar con la ONG La Higuera, buscando recursos de todos lados y pidiendo a artistas que vengan a colaborar con su trabajo. Pero todo esto fue sucediendo a partir de mi participación como productor artístico. Es muy extenso todo lo que hice. Para la función de mi despedida, sumaron sus opiniones diez artistas que por primera vez trabajaron o subieron a un escenario de mi mano, porque fueron convocados por mí. Es el caso de Jairo, cuando era Marito González; o Valeria Lynch, cuando cantaba rock y hace su transformación, grabando todo su primer material acá, en Canal 3, los días lunes; para luego hacer conmigo su primera actuación. O Víctor Heredia, cuando por primera vez utilizó instrumentos electrónicos en folklore, una cosa inesperada, como aparecer con una guitarra eléctrica, una batería, un bajo; y eso lo hizo por primera vez con una producción mía; o el lanzamiento en 1972 de El viejo Matías, que hicimos en el Sportivo América. Es decir, hay muchísimas cosas para conversar sobre todo esto.
-¿Cómo fue posible traer a Rosario la obra Cuando Frank conoció a Carlitos?
-Este espectáculo es una producción de Héctor Caballero, mi amigo de toda la vida. Con él comenzamos a trabajar en el año ‘69, él era publicista y yo un productor que se iniciaba. Nos juntamos y fue ahí cuando apareció el fenómeno publicitario de Susana Giménez; con una propaganda de jabón había entrado en todos los hogares del país. En ese momento, a Héctor Caballero le compré 12 presentaciones suyas, e iniciamos una amistad permanente, que dura hasta estos días. Ahora, él es el productor de esta comedia musical, que lleva ya dos años en cartelera en Buenos Aires, ganando siete premios Hugo, y el Martín Fierro a la Mejor Comedia Musical. No va a salir al interior para nada, porque es imposible por los costos, por las movilidades, por los actores. Entonces, él me regala, por nuestra amistad, cerrar el Teatro Tabarís de Buenos Aires y venir a hacer dos funciones, una el sábado (ayer) y otra el domingo, en El Círculo, y con un costo económico terrible, porque deja apagadas las luces de un teatro de la calle Corrientes. Es el mejor regalo que estoy recibiendo. Es una comedia realmente notable, en la que participan actores totalmente desconocidos, con un libro importante; la comedia va a ir en español y en inglés, con una pantalla traductora. Y de esta manera, vamos a cerrar mi ciclo de productor.
-Lo devuelvo al comienzo del diálogo; que sea su hijo quien continúe la tarea es especial.
-Como padre, tengo una gran alegría, pero también le estoy tirando a mi hijo una responsabilidad, que sé que la va a asumir y la va a sobrellevar, actualmente es el presidente de la Cámara de Productores Artísticos de la provincia de Santa Fe. Es un profesional con mayúscula, mucho más adaptado a estos tiempos de lo que podría estar yo, porque la tecnología a los que tenemos más de 80 años nos pasó por arriba, mientras ellos están transitando este momento de manera plena y con un gran conocimiento. Así que, por un lado, está la alegría de la continuidad; y por el otro, le estoy regalando una responsabilidad que sé que la va a superar con creces.