Rodrigo Ortigala, antiguo ladero del capo narco Esteban Alvarado y luego testigo protegido en causas contra su exjefe, fue detenido ayer en una serie de allanamientos realizados en Rosario y Roldán. La investigación lo vincula con una red de extorsiones a concesionarias de autos, amenazas y balaceras ocurridas en los últimos años. Rodrigo y su hermana Mariana tuvieron su paso trascendental en las crónicas policiales en 2022 cuando fueron testigos claves en el juicio que terminó con una condena a perpetua de su ex jefe Alvarado.

Según confirmaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación, los operativos se llevaron a cabo en domicilios de Eva Perón al 4900, México al 1400 y Bulevar de la Fe al 1100. En el procedimiento también fue arrestado Alejandro Fabio B., presunto cómplice. La policía secuestró diez teléfonos celulares, dos pendrives y un vehículo Citroën C4, elementos que serán peritados.

Rodrigo es hermano de Mariana Ortigala –informante de Fiscalía que está presa por haber realizado extorsiones a pedido del líder de Los Monos -Ariel Máximo "Guille" Cantero–, y fue conocido por haber declarado contra Alvarado, tras haberse pasado al bando del clan Cantero. Ahora, se lo acusa de haber provisto información a delincuentes que intimidaron al dueño de una agencia de vehículos en 2021.

La investigación a cargo del fiscal Federico Rébola se centra en extorsiones a agencias de vehículos durante 2021. Uno de estos hechos cobró suma notoriedad porque implicó la muerte de una mujer. Se trata de la balacera contra una concesionaria ubicada en Rondeau al 4100 en agosto de ese año. En el lugar estaba esperando el colectivo Marta Agüero, una salteña de 62 años, quien al sentir los disparos se asustó al punto que sufrió un fatal ataque cardíaco.

Se presume que Rodrigo Ortigala brindó información a Los Monos para que lleven a cabo dicha balacera en un contexto extorsivo. El próximo lunes será llevado a audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal.

Rodrigo ya fue condenado junto con Los Monos. Fue en agosto de 2023, cuando se juzgó el crimen perpetrado a inicios de 2020 en el casino. En ese legajo se pudo constatar que él había suministrado información al clan Cantero sobre un financista al que podían intimidar para sacarle plata. Por ese caso recibió una pena de 1 año y medio de cárcel.

Rodrigo fue el “testigo estrella” que declaró en 2022 en contra de Esteban Lindor Alvarado. Había formado parte de su organización y luego aportó información en su contra tras el asesinato del prestamista Lucio Maldonado y una seguidilla de balaceras que lo tuvieron a él como víctima, pero no por haber recibido disparos, sino porque intentaron incriminarlo a él a través de maniobras de la supuesta organización criminal. Por entonces, estaba imputado en otra causa por haber participado en una extorsión cometida por Los Monos.

El delincuente es hermano de Mariana Ortigala, quien se transformó en testigo protegida e informante del fiscal Matías Edery en el marco del proceso penal contra el capo mafioso rosarino Esteban Alvarado, histórico antagonista de Los Monos, en el que también intervino el fiscal Luis Schiappa Pietra. Fue después de sufrir un atentado mientras vivía en un chalet de Funes en el que recibió varios tiros que la dejaron postrada por un tiempo.

La mujer fue indagada en distintas causas en las que se la investigó por alquilar propiedades para la venta de droga. Curiosamente, jamás fue acusada por la Justicia provincial de haber integrado la banda de Los Monos.

En 2024 fue procesada por el juez Carlos Vera Barros, a cargo del Tribunal Federal 3 de Rosario, junto a Ariel "Guille" Cantero, entre otras personas, por lavado de activos. Se los imputó por intervenir en operaciones de adquisición y administración de inmuebles para ocultar a los verdaderos propietarios con dinero derivado del tráfico de estupefacientes.

En el historial de Rodrigo se suma una condena de finales de agosto de 2023, por un caso de extorsión en grado de tentativa. Y en noviembre de ese mismo año, los nombres de los hermanos volvieron a surgir en la denuncia de los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno contra su colega Matías Edery, ya que consideran que los protegió mientras formaban parte de la banda de Los Monos.