La fiscal Mónica Cuñarro analizó el triple femicidio en Florencio Varela y afirmó que estos hechos suceden por consecuencia de un “corrimiento del Estado de los lugares de control que le corresponden”.

En el mismo sentido, la fiscal deslizó que hay dos posibilidades por las que no se detuvo aún al o los autores materiales del hecho: “No están detectados por la Policía Metropolitana o esta persona que dio la orden está protegida”, señaló.

“No le conviene a ningún gobierno semejante hecho criminal. No fue una guerra entre bandas, sino un mensaje interno para los dealers: a quien roba le pasa eso”, aseguró, en diálogo con la 750.

Para Cuñarro, las tres jóvenes asesinadas “son víctimas” y señaló que “alguna de ellas tuvo algún contacto con algún dealer y ha habido algún robo, y esto fue el mensaje de devolución”.

Asimismo, expresó que el único que tuvo los recursos para pedir lugares y alojamientos para el asesinato y contratar a las personas para que lo hagan “es a quien están buscando: el Pequeño J”.

En tanto, la fiscal enfatizó en el hecho de que este crimen es un femicidio por la “saña” y “bestialidad” con la que mataron a las jóvenes.

“Los datos de la autopsia que se conocieron es que no fueron torturadas y asesinadas a la vez. Hay heridas del tipo que se hacen cuando una persona está viva y otras cuando la persona está muerta. Lo hicieron para exhibir a chicas que ejercían la prostitución. Esa bestialidad, esa saña, está incrementada porque son mujeres y trabajadoras sexuales”, dijo.

Por último, volvió a apuntar al Estado como máximo responsable de la violencia narco en el país.

“Hay una combinación de una decisión política del Estado actual de correrse de los espacios de control y detonar al Estado, junto a un tema de pobreza y marginalidad que da como resultado este combo brutal, que yo no recuerdo otro caso (similar). Los que recuerdo son de interbandas. Si hay hechos así es porque el Estado encubre, por acción u omisión”, concluyó.