El protagonista de Chad Powers (estreno del martes 30 por Disney+) se suma a la selecta lista de apellidos con autoridad y lustre como cierto espía británico sesentoso y el alterego de Homero Simpson. En este caso presenta a Russ Holliday (Glenn Powell), quien tenía preparada la alfombra para ser una estrella de la NFL y trocó el touchdown por volverse un meme en vida. Carismático, incorregible, talentoso, su perdición vino de cancherearla en una jugada a centímetros del ingoal. Algún tiempo después, el tipo irá por encauzar su destino de Cenicienta gracias a un equipo sureño que hace pruebas abiertas. Como su pasado lo condena, la opción que le queda es la de crear una nueva personalidad. “Es como Mrs. Doubtfire pero con fútbol americano”, declara el sujeto.
Hay cierta ironía en que el actor de Top Gun: Maverick, Cómplices del engaño, Con todos menos contigo yTornados haya elegido un proyecto como el de Chad Powers. El chico del momento, quien recibió la bendición de Arnold Schwarzenegger para la remake de The Running Man, se toma en sorna lo de ser visto como el próximo Tom Cruise. ¿Su personaje? El mariscal de campo pedante que busca redención en un palurdo de Virginia, casi como la contracara de lo que sucedía en El profesor chiflado. “Russ era un idiota, pero Chad no tiene porqué serlo”, es uno de sus lemas. La idea, llamativamente, surgió de una broma real hecha por Eli Manning. El ganador de dos Superbowl se probó de manera clandestina en una liga menor tras haberse retirado. “Tomamos ese concepto y esa inspiración, y hemos redoblado la apuesta en las prótesis, las actualizamos, las mejoramos, un nuevo modelo, un nuevo Chad, y estamos haciendo un programa increíble”, dijo Powell.