Durante el Mundial de Italia ‘90, mientras la atención de la mayoría de los argentinos estaba centrada en el fútbol, un asesino aprovechó para sembrar el pánico en el tranquilo pueblo de Bernal. La nueva película de Mariano Cattaneo, Nadie va a escuchar tu grito, llega a los cines esta semana y recorre esos días de silencio, interrumpidos por gritos de gol y de horror.
El fútbol como telón de fondo de una historia de terror
La trama utiliza este evento futbolístico emblemático como escenario para desencadenar una serie de sucesos aterradores. La joven Micaela, interpretada por Sol Wainer, es el eje central de la historia: pasa sus días entre cintas de casete, música y, sin saberlo, pistas que podrían salvar vidas.
Los partidos de fútbol no solo marcan el avance de la selección argentina, sino que también anuncian las apariciones del misterioso asesino que aterroriza al pueblo. La conexión entre las cintas que Micaela crea y las acciones del criminal es un elemento intrigante que conduce al espectador a una experiencia intensa.
El amor por el género del slasher
Mariano Cattaneo no es ajeno al cine slasher, una pasión que se ha materializado en esta producción y en su obra anterior. En Nadie va a escuchar tu grito, su misión es revivir un subgénero con el que creció, dándole un giro local y contemporáneo.
"El terror es un espejo de la sociedad", expresa el director, reflejando las ansiedades colectivas de un tiempo en el que lo analógico y lo digital coexistían de manera única. Su afinidad por el terror comenzó con experiencias personales, que ahora traduce al cine con un toque argentino distintivo.
Explorando el mito y la adolescencia en tiempos de cambio
Cattaneo teje una narrativa que también es una historia de crecimiento, donde los ritos de paso de la adolescencia se entrelazan con la urgencia de descubrir a un asesino en serie. Las tensiones emocionales de la juventud se ven amplificadas por el miedo constante, convirtiendo a Micaela y su entorno en un microcosmos de un mundo donde lo mágico y lo temible coexisten a diario.
Ambientada en una década marcada por los inicios de la hiperconectividad, la película retrata un momento en el que los cambios tecnológicos avanzaban y se integraban en la vida cotidiana. Este híbrido de emociones y tecnología sirve como telón de fondo para una historia que entrelaza lo personal con lo terrorífico.
La narrativa de Cattaneo se destaca por su profundidad emocional y su carga cultural, lo que convierte a Nadie va a escuchar tu grito en una película que ofrece mucho más que sustos y sobresaltos. Es una declaración de amor a un género que se reinventa constantemente, manteniendo al mismo tiempo vínculos inquebrantables con su pasado.
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