La brecha de género se percibe también en cómo afecta la crisis económica y social a los hogares. Producto de un “doble abandono”, uno por parte del Estado y otro por parte de los padres que no se hacen cargo de las tareas de cuidado ni las cuotas alimentarias, en los hogares monomarentales —en contraposición a la idea de hogares monoparentales, poniendo énfasis en lo femenino del fenómeno— la crisis se siente con mucho más peso.

Según explica Eva Sacco, economista, analista de mercados y referenta de la Fundación SES, las madres soleteras se enfrentan a una “doble crisis” y que esto “tiene que ver con los progenitores que se corren, que no sostienen en igualdad de condiciones los cuidados de los niños”, por un lado. Y con que “a esto se le suma el Estado, que siempre la viene corriendo de atrás”.

“Pero que en este contexto profundiza esta crisis que ya venían atravesando. Sobre todo estos hogares monomarentales, porque generalmente son mujeres las que están a cargo”, afirma en declaraciones a la 750.

Así, según datos de la propia organización, se deja fuera de la balanza tareas de cuidados que no son distribuidos equitativamente y que tienen un gran peso al final del día: “Cuando uno suma el valor de las horas trabajadas por las mujeres, digamos, que trabajan de manera no remunerada en el hogar, uno tendría la principal actividad económica del país”.

Como contraposición, Sacco dice que “cuando una toma en cuanta el recorte de los hogares, el costo de las cuotas alimentarias no abonadas uno puede hacer un cálculo y es del 2,7 por ciento del PBI. Esto está en una crisis estructural”.

“El dinero que no está es un abandono doble. Porque cuando uno ve la situación económica de las mujeres, sobre todo, en este contexto tan desfavorecido, se terminan resintiendo los cuidados”, afirma.

Y finaliza: “Calculamos que solamente el 36 por ciento de los hogares recibe cuota alimentaria. Hay un 27 por ciento que solo reciben la AUH. Y un 37 por ciento que no recibe ningún tipo de ayuda, ni la cuota alimentaria ni la AUH. Existen lagunas donde hay hogares que están sin ningún tipo de sostén”.

En concreto, el 85 por ciento de hogares monoparentales son sostenidos por mujeres que cargan solas con el cuidado. Así hubo recortes en el 99,5 por ciento de los hogares en infraestructura de cuidados y 82,6 por ciento en jardines durante el 2024. Frente a esto, la Fundación SES exige políticas públicas urgentes y la puesta en marcha de un Sistema Nacional de Cuidados con perspectiva de género.