Al final del año que acaba de irse, y para ampliar el balance de lo que deparó el 2017 (y los saldos pendientes para el 2018), Rosario/12 "reunió" virtualmente y consultó a dos protagonistas del año. Hoy responden dos artistas plásticos que se dedican además a la gestión cultural independiente en Rosario. Gabriela Gabelich integró en los '90 el grupo Rozarte. Dirige la galería de arte Gabelich Contemporáneo, que mantuvo todo el año una firme proyección nacional e internacional. Hernán Camoletto es escritor y tallerista. A lo largo del año fue curador del ciclo Presente continuo, que conectó arte, literatura, conciencia y memoria en el Museo de la Memoria de Rosario.

Ambos coinciden en celebrar las confluencias entre lo histórico y lo contemporáneo, en destacar en este sentido exposiciones como La luz en la tormenta y en advertir las devastadoras dificultades económicas como fortalecedoras de la calidad y el compromiso.

- ¿Cuáles fueron los acontecimientos culturales más importantes del año en la ciudad y la región?

Gabriela Gabelich: Entre los acontecimientos culturales en la ciudad, Rosario como una de las sedes o punto en el mapa de Bien al Sur, donde se destacó la obra de Pablo Siquier en la Explanada del Parque España. Más allá de una u otra obra en particular, lo fundamental fue la voluntad y decisión política de proponer a Rosario como punto dentro de un mapa (sin disciplinamiento geográfico) para pensar y pensarnos con y a través del arte.

A nivel provincial destaco la excelente labor desarrollada por Analía Solomonoff actualizando y dinamizando el Museo Rosa Galisteo, a cargo de su dirección. Y el Museo Histórico Marc es otro Museo que tiene un nuevo director con una auspiciosa, proteica y prometedora gestión, me refiero al flamante director Pablo Montini, celebrado ganador del concurso a la dirección del museo.

Hernán Camoletto: En lo regional, el intercambio Rosario ‑ Santa Fe.

En lo local, un hermoso fenómeno que se viene desarrollando desde hace un tiempo no solo en Rosario (y que considero una bisagra para pensar en qué momento del arte estamos ‑considero que "contemporáneo" es un calificativo que ya no alcanza, no da cuenta de las prácticas artísticas actuales) es la identificación y revalorización de autores modernos y la inclusión de las producciones en las tradiciones. TRIPA (proyecto de Maximiliano Masuelli) o el trabajo de investigación y registro de Paola Vega sobre artistas (sobre todo mujeres) modernxs son ejemplos claros de esto.

 

"El Museo Histórico Marc es otro Museo que tiene un nuevo director con una auspiciosa y prometedora gestión".

 

- ¿Qué exposiciones fueron las mejores del año en lo local o provincial?

Gabelich: Localmente, la muestra en Fundación Osde de Aid Herrera con curaduría de Adriana Armando. Una muestra homenaje para disfrutar y recuperar a una genial artista que, tal como le ha pasado a muchas compañeras de grandes artistas, han estado a la sombra de sus varones. Si bien Aid ya era considerada una gran artista, la muestra en Osde la ubicó en el lugar de visibilidad y de jerarquía que se merecía.

Y de todas las actividades desarrolladas en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo fue para celebrar La luz en la tormenta: arte moderno entre dos guerras, muestra co‑curada con Guillermo Fantoni, mostrada primero en Santa Fe y luego en el Museo Histórico.

Camoletto enumera:

  • Las muestras de Marcia Schvartz y de Daniel García en la sala Trillas de El Círculo.
     
  • La retrospectiva sobre la obra de Aid Herrera en Espacio Osde.
     
  • Las pinturas y dibujos de Marcelo Alzetta expuestos en El Club Editorial Río Paraná.
     
  • La muestra por los 80 años del Museo de Bellas Artes "Juan B. Castagnino", por mostrar ese espacio como un ámbito no solo expositivo sino de investigación y resguardo patrimonial.

Los ciclos Retrospectivas contemporáneas (Espacio Osde) y Presente continuo (Museo de la Memoria). Ambas propuestas hacen centro en exhibiciones con una fuerte impronta experimental en las cuales el vínculo entre lxs participantes es tan importante como las producciones. Asimismo, los dos ciclos muestran un fuerte compromiso ético en relación a la escena artística y el contexto político.

La muestra El espejo. Muestra curada por Rubén Echagüe que reúne pinturas del último año de vida de Rodolfo Elizalde. La considero una muestra fundamental. Porque la obra es una vía de acceso a un sujeto, su mirada, su sensibilidad; porque tanto el guión curatorial como la propuesta de montaje van a contrapelo de las tendencias. Echagüe piensa enfocado en la obra y su autor sin forzar ni apelar a efectismos ni formatos adocenados.

La luz en la tormenta, muestra curada por Guillermo Fantoni en el Museo Histórico "Julio Marc". En este caso valoro el cruce de campos. Una muestra impecable encabalgada sobre dos campos: la historia y el arte (sin caer en una clase de historia del arte, claro). Esta exhibición operó como vaso de precipitación del fenómeno de identificación y revalorización de autores modernos ya mencionado.

- ¿Qué efectos han tenido sobre la cultura los cambios económicos y políticos sucedidos este año?

Gabelich: Los últimos acontecimientos políticos que a nivel general provocaron un quiebre y debilitamiento en la calidad institucional y ciudadana, en particular a nivel cultural, han provocado una devastación emocional y económica, haciendo cada vez más difícil sortear todas las dificultades que tenemos quienes desarrollamos proyectos de gestión autónoma. Aunque por otro lado nos estimula al fortalecimiento y a la generación de espacios de intercambio y resistencia, asumiendo un compromiso ético y estético con nuestros pares, con nuestra comunidad y con nosotros mismos.

Camoletto: No lo tengo claro pero creo que los recortes y la escasez de recursos abrieron la posibilidad a propuestas económicamente menos costosas pero más ambiciosas e innovadoras. Como suele pasar, las crisis (sobre todo las económicas) suelen ser, lamentablemente, estímulos para la creatividad y la concientización a la hora de generar propuestas relevantes y austeras, entendiendo por "austeridad" la condición por la cual no se gasta en cuestiones innecesarias sino que se invierte en lo importante, lo necesario, lo que potencia sentidos.

 

"Destaco la muestra por los 80 años del Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino, por mostrar integralmente a ese espacio".

 

- Por último, ¿qué habría que trabajar en gestión y políticas culturales el año próximo y a futuro, inmediato o lejano?

Gabelich: ¿A futuro? Aumento en el porcentaje del presupuesto que se destina a Cultura, una pelea eterna que año a año queda en la lista de los deseos. Concreción de la ampliación del Museo Juan B Castagnino.

En particular y en relación a quienes trabajamos en espacios de gestión independientes y Galerías de arte, nos debemos un trabajo conjunto para el fortalecimiento de cada espacio en particular y para la conformación de un circuito que de visibilidad al sector. Nos debemos también un debate y posterior acuerdo de buenas prácticas.

Camoletto: Potenciar el trabajo en red. La interacción entre instituciones, entre escenas, entre sujetos es fundamental. Redoblar el compromiso ético y político que nos corresponde a cada uno según nuestro rol para generar contenidos necesarios, disparadores discursivos, que cuestionen el statu quo y agiten las aguas del pensamiento crítico y el posicionamiento personal en relación a hechos que modifican nuestro cotidiano, nuestra vida individual y colectiva.

Los cruces que mencioné anteriormente entre arte, historia, memoria así como el trabajo colectivo y acciones curatoriales que propongan desplazamientos, contaminaciones, múltiples abordajes y lecturas son algunas claves para campear la tormenta y, si no indemnes, salir del temporal no tan maltratados.