“Hace falta una ley de arrendamiento”, dice Rosana Franco. Habla desde su campo en Junín, donde está al frente de la filial local de Federación Agraria Argentina. Cuenta su enojo por la maniobra del gobierno nacional para beneficiar a un reducido grupo de cerealeras con la quita de retenciones y pide discursos “más enfáticos y no tan benévolos” de parte de la dirigencia que conduce las entidades rurales.

Con varios años sembrando soja, maíz y trigo, Franco sostiene que ningún productor bonaerense logró vender granos durante la ventana que abrió la gestión de Javier Milei. “Cuando escuché a la mesa de enlace casi tiro la televisión, porque Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, no puede decir que beneficiaron a los productores, yo no conozco a nadie que le hayan tomada una venta, es mentira que había CUIT de productores”, remarca la dirigente agropecuaria.

Atiende al Buenos Aires/12 en el campo que fue de sus padres y sus abuelos. Ser propietaria, explica, es cada vez más inusual. Coincide con la lectura de Sebastián Campo, de Bases Federadas, quien días atrás aseguró a este diario que el 70 por ciento de los productores debe alquilar la tierra para sembrar, lo que condiciona en primer término la planificación de su economía de cara a producir.

Por eso, Franco advierte que tener una renovación de contrato anual es “un disparate”. “Habría que hacer una ley que contemple el suelo, lo que vas a sembrar, contemplando la rotación, el uso de fertilizantes, si vas a hacer novillos y debería contar con un seguro multiriesgo por si alquilas a tres años”, se explaya la referente de la Federación Agraria. Pide una herramienta que establezca un sistema de criterios para evitar la volatilidad del mercado de alquileres en el campo.

Pero reconoce que el contexto no es fácil. “Discutirlo en una Cámara de Diputados que no saben lo que es una hectárea de campo, me asusta, porque encima no buscan al que sabe”, señala.

Así las cosas, Franco esperaba otra reacción de las entidades gremiales del campo luego de la “estafa moral” que significó la quita de retenciones a los granos durante tres días y que dejó una ganancia de 1.500 millones de dólares para las principales exportadoras del país. “Es un problema dirigencial”, apunta recrudeciendo la voz con el enojo.

“Ponele que la política dé vuelta la cara, pero el campo como gremio a veces da vergüenza, viendo hoy a la Sociedad Rural que está con estos (así habla de La Libertad Avanza), donde está Carbap con poca capacidad de diálogo, que no piensan en serio la defensa del productor, en fin, hay que despolitizarse e ir con toda la documentación y estudios preparados”, asegura Franco. "Hoy la dirigencia está politizada y es poco profesional para decir lo que pasa", aasegura.

Desde su mirada, “si el campo se movilizara sería otra cosa”, aunque descarta "prender fuego todo". De todas maneras, dice, los ánimos en el sector están por el piso y en esta época los chacareros solo piensan en poner la semilla en el suelo de cara a la próxima temporada. Incluso, eso la lleva a pensar si la estrategia de Luis Caputo no estuvo premeditada para agarrar a los productores atados de pies y manos. “¿Lo hacen en el momento justo, ¿no?”, se pregunta.

“¿Dónde está la política agropecuaria?”

A lo largo de estas últimas semanas, el campo manifestó su hartazgo con el modelo económico de Milei que condenó el porvenir de la actividad apenas asumió en diciembre de 2023. Por aquellos días, la mega devaluación que duplicó el precio del dólar hizo que, por lógica, se dupliquen las deudas en dólares que tenían los productores.

La histórica sequía de 2023 detonó las finanzas de los productores. Casi ninguno logró ponerse al día con las cooperativas de acopio, debiendo toneladas de granos y quedando muy limitados para preparar la temporada 2024. Al día de hoy, tal como sostiene Franco, la enorme mayoría de productores sigue apagando los incendios económicos que generó el Caputazo.

Los incrementos en el combustible, que pasó de 350 pesos en diciembre de 2023 a cerca de 1.500 hoy, y también en fertilizantes o semillas por ser precios atados al dólar, no permitieron el repunte del sector. Al menos, de aquellos que viven el día a día con su producción. Por eso, Franco condena la movida de las retenciones porque la mayoría de los chacareros ya habían vendido sus granos a fines de mayo, fecha en la que suelen vencer créditos e impuestos.

“Alguna vez tendría que hacer algo para el pequeño productor, entender que la Argentina no es soja solamente, entender que hay campos que solo tienen que hacer ganadería porque es una cañada y no hay créditos para renovar vientres, ¿dónde está la política agropecuaria ahí?”, advierte la representante de Federación Agraria.

Asegura que en 18 meses de gobierno de Milei, no hubo una sola medida a favor de los chacareros. Aclara que hubo una modificación en ganancias, pero no más que eso. “No hay política productiva agropecuaria y nunca hubo”, repite.

Sentimiento rural

Junín dio la noticia el 7 de septiembre con el triunfo de Fuerza Patria. La boleta peronista se impuso a La Libertad Avanza y al oficialismo liderado por Pablo Petrecca, dirigente del PRO, que terminó en tercer lugar. Según Franco, el distrito cuenta con 200 mil hectáreas productivas de campo, pero considera que el votante del agro es un universo muy chico y hoy no hay tanta empatía social con el campo como en 2008.

Lo que advierte es que las derrotas del gobierno nacional estuvieron ancladas en el fracaso de su modelo económico. Ese modelo no beneficia el bolsillo del productor, por lo que primó esta situación a la hora de llegar a las urnas. Como bien explicó semanas atrás Ariel Succurro, productor e intendente de Salliqueló, hoy el campo carece de rentabilidad. 

 

 

“Acá si no sos ultra competitivo, el sistema te saca, por es el productor sobrevive por ser super austero”, sostiene la dirigente. ¿No todos tienen una 4x4? “Esa expresión me cae mal por nunca tuve una, pero más allá de eso, siempre pregunto lo mismo: ¿qué opinión se tiene de un médico cuando anda en 4x4 o Mercedes Benz? Que tiene derecho a tenerlo, esto es lo mismo”, subraya. De todas maneras, remarca que los prejuicios están cambiando, que se entendió que en muchos campos es imposible ingresar si una de esas camionetas.

La cuestión es que “hay mucha bronca porque no pudieron vender”. Ante esto, señala que es necesaria “otra reacción” de parte de la dirigencia, y rescata que sólo la presidenta de Federación Agraria, Andrea Sarnari, levantó un poco la voz. “Hay una dirigencia tibia, alejada de la realidad, porque una cosa es defender al gobierno y otra es entender que necesitaban dólares”, indica.

 

Además, hay malestar en el sector por la falta de crédito. Allí, reconoce que hay más financiamiento desde la Provincia, pero a una tasa que no es lo suficientemente barata. “Pero de Nación, menos”, sentencia.