El miércoles 15 a las 20 en el Auditorio Nacional del ex CCK (Sarmiento 151) y el jueves a las 19 en el auditorio de Radio Nacional (Maipú 555), el Coro Nacional de Música Argentina estrenará obras de compositores contemporáneos de acá, bajo la dirección de Hernando Hugo Varela. Tokonoma de lo humano lleva por título el programa que incluirá obras de Agustina Crespo, Juan Carlos Tolosa y Marcos Franciosi, especialmente compuestas para esta ocasión. Como solistas actuarán el trompetista Valentín Garvie y los cantantes Natalia Salardino (Soprano), Adriana Arregui (Contralto), Matías Tomasetto y Martín Díaz (Tenores). Para ambos conciertos la entrada es libre y gratuita.
A partir de la idea de "tokonoma" –concepto japonés referido a un espacio de contemplación donde lo exhibido cobra sentido– el Coro Nacional de Música Argentina convocó a compositores destacados de este tiempo para proyectar miradas distintas sobre sobre la voz y su relación con la palabra, el sonido, el sentido, la memoria y el tiempo. Agustina Crespo compuso Secuencia de un réquiem incompleto, obra que dialoga con la tradición coral sacra, con ecos de Mozart y textos del Papa Francisco. El vacío, de Juan Carlos Tolosa, entrelaza voces y silencios sobre poemas de José Lezama Lima, Emily Dickinson y otros autores, explorando la tensión sonora y simbólica entre presencia y ausencia. Con Todas las lluvias que caen se repiten, Marcos Franciosi evoca el universo infantil y la lluvia como símbolo de renovación. Tres obras que desde distintas perspectivas estéticas confluyen en el poder redentor de la palabra y el aura sentenciosa del canto.
"Me interesó trabajar con la tradición coral, dialogar con su propia actualidad pero también con su historia. Por eso elegí incursionar en el género sacro", dice Agostina Crespo. “Tomar una misa de réquiem me permitía expresar algo que nos conecta con el presente y con todas las épocas, que es la relación con la muerte. Son muchos los réquiem célebres y en general son obras que invitan a la reflexión, a cierto recogimiento, al análisis retrospectivo respecto a la vida que se termina. Son textos dolorosos, sin duda, pero que a su vez pueden adoptar cierto tono de denuncia, o incluso un costado luminoso relacionado con la búsqueda de paz o con la llegada esperada de calma luego del sufrimiento”, agrega la compositora y cantante.
Para El vacío, Tolosa tomó el último poema de Lezama Lima, “El pabellón del vacío”, que cierra su libro de poemas póstumo Fragmentos a su imán. “Tomo extractos de ese poema, que van rodeando a otros textos elegidos también en torno al vacío: poemas de Emily Dickinson, un poema en alemán de Eduardo Spinelli escrito especialmente para esta obra y un texto que le pedí al cineasta italiano Giovanni Cioni que cita fragmentos de su película Dal pianeta degli umani, que, a su vez, ya utilizaba otras músicas mías”, continua Tolosa. “Desde esa reflexión sobre el vacío, se desprenden pensamientos reticulares hacia el sonido, la escucha, el anonimato y la fragilidad de lo humano que, aunque vulnerable, es la mayor resistencia frente a un país y un mundo donde parecen celebrarse la crueldad narcisista y lo deshumanizante. Hoy hablar de la belleza, del amor, de la ternura, es revolucionario”, agrega el compositor cordobés.
Por su parte, para Todas las lluvias que caen se repiten, Marcos Franciosi desarrolló un texto propio a partir del poema “Que llueva” de Héctor Viel Temperley y “Concierto en Fa menor nro 1, de J.S. BACH”, del poeta turco Nazim Hikmet. “Son dos referencias que fui elaborando de manera modular. También, aunque sin citas directas, ni paráfrasis, sobrevuela lo que resuena en mí de un pasaje de “Quedándote o yéndote”, la canción de Spinetta, cuando dice “La lluvia borra la maldad/ Y lava todas las heridas de tu alma…”, acota el compositor. “El texto hace alusión a las infancias analógicas, al juego al aire libre y a la lluvia como metáfora expurgatoria de las infancias cercenadas por las guerras. En el texto y en la música busqué lo simbólico, sin una bajada directa en la que se tradujese la angustia; por el contrario, hay un carácter por momentos lúdico y también contemplativo, desde el deseo de una contribución utópica de calma y alivio, aunque también desde un estado de alerta”, agrega Franciosi.
“Todas las lluvias que caen se repiten es una suerte de doble concierto para coro y trompeta”, continua Franciosi. “Para mí tiene mucho sentido la definición de virtuoso que hace Luciano Berio: no es sólo aquel que puede ejecutar partes técnicamente complejas, sino quien comprende de qué se está hablando; quien entiende la música que se está tocando. En este sentido la confianza que brinda un intérprete como Garvie fue fundamental para la composición de esta obra, que plantea un alto desafío técnico ante todo en función de la expresión. En cuanto al tratamiento coral, también he buscado interpretar al Coro Nacional de Música Argentina como un solista. La escritura es para coro mixto a ocho voces, muy atenta a la inteligibilidad y la prosodia del texto y la textura es dialéctica, sin ser necesariamente antifonal. Un entramado entre el coro como voz que se despliega y la propia voz instrumental que resignifica el texto desde lo puramente musical”,
"Yo también tengo una especie de obsesión con la prosodia", interviene Tolosa. "En esta obra construyo alturas y duraciones basándome en la palabra en el lenguaje hablado y al haber cuatro idiomas diferentes –castellano, inglés, alemán e italiano–, la elaboración se multiplica y enriquece el color del sonido. Si bien en mi producción la voz ocupa un lugar importante, es la primera vez que escribo para coro a cappella. El hecho de contar con una masa de cantantes que a la vez pueden ser solistas me llevó a poner al coro ante desafíos técnicos en busca de variedad tímbrica. Salió una obra exigente, concebida para un organismo de una calidad poco común como el Coro Nacional de Música Argentina, un elenco estable público que es protagonista de la cultura argentina", asegura Tolosa.
"Secuencia de un réquiem incompleto incorpora muchas referencias a técnicas de escritura polifónica de la tradición coral. Los procedimientos de imitación, aumentación y disminuciones rítmicas, cánones a distintas velocidades y la organización antifonal del grupo en dos coros se combina con un tratamiento actual de la voz y el coro, con distintos tipos de fonación por fuera del canto tradicional", acota Crespo. "Del mismo modo, el texto gregoriano, en su traducción al español, se combina con fragmentos extraídos de la carta cncíclica Fratelli Tutti, que escribió el papa Francisco en 2020. Me interesaba incluir su figura de Francicsco en el año de su muerte, pero también quería darle al réquiem una mirada social, abordándolo desde una perspectiva colectiva que nos invite a reflexionar sobre la complejidad de nuestro presente", concluye Crespo.